Ruth Beitia acaba de regresar de su andadura en lo Juegos de Pekín. Viene con la impresión y la certeza de que han sido unas grandes Olimpiadas, «muy bien organizadas y muy bonitas».
Guarda grandes recuerdos de estos Juegos. Una de las cosas que más le ha impresionado fue la ceremonia de apertura. Pudo asistir puesto que las competiciones de atletismo eran de las últimas y se lo permitieron. «La apertura ha sido impresionate. El poder compartir con los deportistas de tu país y de todo el mundo esta experiencia es algo que no podré olvidar». Además estuvo con algunos de los miembros de la familia real que fueron a apoyar a los deportistas en Pekín. «Son muy simpáticos y muy cercanos. Eran uno más de nosotros, muy iguales a los demás».
También ha estado al lado de figuras del deporte español tan conocidas como Nadal o Gasol. Ha podido compartir muchos momentos con ellos ya que se instalaban en la misma zona. «Hemos estado conviviendo con Gasol y Rafa Nadal, pero a los pobres los tenían acosados. Los voluntarios querían estar cerca de ellos, es normal, allí son grandes estrellas» comenta Beitia.
En definitiva, se lleva un buen recuerdo en cuanto al trato humano que han recibido y califica la Villa Olímpica de «impecable».
De su actuación deportiva no se lleva tan buen sabor de boca. «Ha sido una experiencia muy bonita, pero no estoy muy contenta» sentencia Beitia cuando le preguntan por el papel que ha desempeñado en Pekín. La deportista cántabra no pudo superar el 1.99, que en un principio era una altura factible para ella ya que su mejor marca personal la supera en tres centímetros. «La situación en un primer momento era muy buena, pero al final no ha podido ser. Todavía no me ha dado tiempo a ver los vídeos, pero lo más seguro es que sea un fallo técnico. Me precipité en la carrera y no la pude controlar».
Confiesa que fue una final muy dura en la que las opciones a medalla estaban en 2,05 y 2,03. «Me quedo con la espina de no haber podido conseguir mejor puesto que el séptimo». Además siente una doble tristeza por no alcanzar el récord de España. Hazaña que hubiese logrado saltando 2,03.
Unos Juegos Olímpicos son una gran oportunidad para todo deportista. Todo el mundo quiere estar ahí y no desaprovechar ese tren que igual no vuelve a pasar por la misma estación. Pero la atleta cántabra se muestra muy optimista y confiesa estar al cien por cien y que quiere seguir estándolo. «No sé si dentro de cuatro años me sentiré como ahora, pero está claro que no pienso desaprovechar ninguna oportunidad» declara Beitia.
En general el atletismo español no ha conseguido las miras por las que iba a luchar en Pekín. No han logrado cumplir con las expectativas con las que viajaban a los Juegos. Ha sido un importante varapalo para este deporte. Parece como si se hubiesen ido contagiando unos a otros la mala racha, pero para Ruth Beitia esto no es así como declara ella: «En una Olimpiada todo lo que no sea medalla parece que no cuenta y que sea un fracaso. Yo sólo puedo hablar por mí, los resultados de los demás no me influyeron para nada».
La atleta no tendrá muchos días de descanso ya que el viernes compite en Zurich en el circuito de la Golden League y más tarde lo hará en Bruselas dentro de esa misma prueba. Si logra clasificarse la veremos en Alemania donde disputará la final o Grand Prix en la que sólo pueden estar los siete mejores. Sus objetivos son seguir luchando en este deporte que también le ha dado muchas alegrías y confiesa que quiere estar en los próximos Juegos Olímpicos. «Quiero estar en Londres, puedo llegar. Sigo con mucha ilusión y sería bonito estar en mi tercera Olimpiada».
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