El noruego Andreas Thorkildsen revalidó su título de lanzamiento de jabalina con récord olímpico incluido, 90,57 metros, y se sitúa a uno del mítico checo Jan Zelezny, que enlazó tres oros en esta prueba entre Barcelona'92 y Sídney'00.
Thorkildsen salió airoso de una competición en la que siempre dominó por delante de sus rivales, principalmente de su gran opositor en los últimos tiempos, el finlandés Tero Pitkamaki, quien se tuvo que conformar con el bronce (86,16) tras el letón Ainars Kovals, la sorpresa de la final.
Thorkildsen, nacido en Kristiansand, arrancó con 84,72, mejoró paulatinamente hasta el tercero con 85,91 y 87,93 y dio el golpe de gracia en el quinto con los 90,57 que mejoran la plusmarca olímpica de Zelezny en Sídney (90,17).
Kovals rompió más de un pronóstico con su plata merced a un gran último tiro de 86,64, su mejor marca personal, con la que superó a Pitkamaki, quien también en su postrero intento se fue hasta 86,16 para amarrar un lugar en el podio y preceder a sus compatriotas Tero Jarvenpaa (83,95) y Teemu Wirkkala (83,46).
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