lunes, 18 de agosto de 2008

Saladino sigue los pasos de Pedroso


El panameño Irving Saladino ha completado la doble corona de campeón mundial y olímpico de salto de longitud, títulos que ha llegado a atesorar uno de sus ídolos, el cubano Iván Pedroso, con lo que ha demostrado que es de lejos el mejor del momento en esta especialidad. Saladino, que había pasado algún apuro para superar la clasificación tras complicarse la vida con dos nulos, ha cumplido con los pronósticos y ha ganado con una superioridad casi insultante y no ha necesitado ni una marca de relumbrón para hacerlo.

De hecho los 8,34 que le otorgaron el triunfo son el peor registro de un campeón desde que el estadounidense Randy Williams venció en Múnich''72 con 8,24, pero le ha valido para recuperar el oro para Latinoamérica que había logrado en Sydney''00 Pedroso y que volvió a Estados Unidos en Atenas''04 gracias a Dwight Phillips. El panameño tomó la cabeza en la tercera ronda con 8,21 y ya no la abandonó, mientras que otro de los aspirantes, el griego Louis Tsatoumas se despedía tras tres saltos nulos.

En el cuarto se ha marchado hasta esos 8,34 que le bastaron para proclamarse campeón olímpico y cerrar el círculo iniciado en Osaka. Dio la sensación que de haber necesitado más podría haberlo hecho sin problemas. De hecho, el 24 de mayo logró en Hengelo (Holanda) el mejor salto mundial en catorce años con 8,73 metros. Le han escoltado en el podio a Saladino el campeón mundial bajo techo en Valencia, el sudafricano Khotso Mokoena, con 8,24, mientras que el bronce fue para el cubano Ibrahim Camejo, quien con 8,20 en su último intento apartó del podio al desconocido zimbabuo Ngonidzashe Makusha, que con 8,19 saboreó el tercer puesto hasta el final.

"Es como ganar un Mundial por 1-0"

El panameño ha dedicado la medalla a toda Latinoamérica antes de asegurar que no ha sido el mejor salto de su vida. Sin embargo, su 8,34m le ha valido para adjudicarse la presea de oro. "No ha sido el mejor salto de mi vida, pero con 8,34 bastó para ganar la medalla de oro, así que fue un buen salto. Un Mundial de fútbol se gana por 1-0 y de penalti. Esto es casi lo mismo", ha explicado Saladino. "Esta es una medalla para Panamá y para toda Latinoamérica, incluida Cuba", ha añadido el reciente campeón olímpico.

El único percance de la competición ha ocurrido en el último salto. Saladino se ha dañado un poco la rodilla, y ahora tendrá que estar atento para no faltar a su compromiso en Zúrich, donde pensaba competir dentro de pocos días. "Ya veremos lo que me dice mañana el doctor. No es mucho, creo, pero prefiero no arriesgar", ha declarado el saltador, que se confiesa totalmente adaptado a las condiciones de la capital china. Sus planes de futuro seguirán persiguiendo la máxima marca. Ambicioso, Saladino ha asegurado que se preparará todo lo bien que pueda para "intentar romper el récord del mundo. Sé que puedo conseguirlo", ha concluido.

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