miércoles, 20 de agosto de 2008
Usain 'Caribe total' Bolt
"Ni Superman, ni Flash Gordon, ni Michael Phelps ni Michael Johnson". Carcajada batiendo la mandíbula, distendido, hora y media después de batir el récord del mundo de 200 metros, le llega el comentario de Michael Johnson, que rebautizó al atleta jamaicano con el superhéroe de cómic. "Yo soy Bolt, Usain Bolt, no compito con los demás, mi lucha es contra mí mismo", y vuelta a reir. Aún faltaba mucho, media hora o más, para que el héroe de la pista se dirigiera a la sala de conferencias del estadio, ya abarrotada. El velocista imperial se entretuvo contestando antes a todas las televisiones del mundo y a alguna más en la zona mixta del estadio.
En la delegación jamaicana no se exasperaba nadie. "Déjale que disfrute, ha batido el récord del mundo", decía Bertland Cameron, entrenador de 400 metros y ex campeón mundial en Helsinki 1983. Disfrutaba con la paciencia y la felicidad con que el chico prodigio hablaba con los periodistas.
Mientras hablaba de pie ante un corro de hombres y mujeres con micrófonos y cámaras, en las pantallas aparece la repetición de la carrera. ¿Qué pensaba viéndola? "¡Vaya, qué tío, qué rápido corre!" Nuevas risas. "Ha sido una sensación muy bonita", continuó Usain Bolt, que cumplió 22 años precisamente el día de su carrerón en el doble hectómetro. Al terminar la prueba sonó la múscia del 'cumpleaños feliz' en el estadio Nacional 'Nido de Pájaro'. Él lo celebró con un segundo récord mundial y "unos nuggets de pollo". Es decir, como el otro día cuando disputó la carrera de 100 metros.
El 'show' de Bolt consiste en correr rápido, hacer verdaderas conjuras en una pista de atletismo y, nada más terminar, disfrutar. Ser normal. La palabra más escuchada en inglés a su alrededor: técnicos, compañeros jamaicanos, la primera ministra de la isla, Olivia Grange, que hablaba sin parar por su teléfono móvil, era esta: "natural". ¿Pero se puede correr así siendo natural? "Mire, este chico lleva una progresión. Le ha gustado siempre el deporte. Ha practicado muchos. Y a los 16 años era campeón junior. Siempre ha ido a más, no es fruto de nada", decía el jefe de la parcela de sprint del equipo jamaicano, Maurice Wilson, orondo y con hablar espacioso, a doble canal, inglés y francés.
Si las marcas de Bolt en 100 y 200 metros resultan extraplanetarias en sí mismas, aún se sorprende uno más si compara el concepto de vida que se observa en cada paso de los hombres y mujeres, como en todo el Caribe. Ellos explican el milagro por la genética. Pueden hacer las cosas rapidamente, pero el tiempo no agobia la existencia al jamaicano. Salvo en la pista.
El l aspecto de Bolt antes de la salida es de un relax que contrasta con la contractura facial, mirada perdida en la pista, de los demás atletas. Concentración, lo llaman. "Pero si te lo pasas bien ahí abajo, te puedes sentir más relajado, saludando al público. Si pensara demasiado en la pista, me pondría muy nervioso".
La primera ministra Grange informó a Bolt de que las calles de la isla jamaicana estaban repletas de gente celebrando el acontecimiento olímpico. "Estamos muy orgullosos de tí", le dijo al atleta. Y éste respondió: "Esto es lo que siempre intento: que estéis orgullosos".
Al fin, Bolt entró por la puerta de la sala de conferencias, inmensa, con el gesto que ha convertido en marca: codo derecho a la altura de la oreja, brazo izquierdo extendido y los dos índices levantados. Se mostró amable y considerado con cada pregunta. Le hacían mucha gracia, salvo cuando le comentaban que estaba ganando con una facilidad pasmosa: "¡Fácil! ¿Fue fácil? Qué va, no lo fue. Me sentía como si estuviera nadando, diciéndome 'no mueras, no mueras' y vuelta al espacio sonrisa-carcajada, felicidad suma.
"¿Qué tenemos en Jamaica? Muy buenas condiciones para entrenarnos, una buena base física y excelentes entrenadores, eso es todo. Los jóvenes podemos progresar allí", contesta el plusmaquista mundial de 100 y 200 metros, que sigue negándose en redondo a pasarse al 400. "¿Por qué todos me preguntan lo mismo? ¡También mi entrenador y yo no quiero hacerlo! Es demasiado duro". Pero Bolt reconoció que se entrena con series de la vuelta a la pista, porque "sirven para aumentar la resistencia y es bueno combinarlo con el 200". Todos dicen que un día se pasará a los 400. Pero no es el momento.
"No se preocupen, seguiré corriendo esta temporada. Pero ahora lo que más me apetece es dormir y descansar. Disfrutar de mi medalla de oro y prepararme para el relevo 4 x 100 del próximo fin de semana", concluyó Bolt la conferencia de prensa, en la que los periodistas, entregados, le agradecieron su disposición de una forma muy especial. Además de felicitarle el cumpleaños, el segundo récord y el segundo título olìmpico.
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