Se disputaba la última pelea de la jornada del martes del torneo de boxeo cuando el tayiko Dzhakhon Kurbanov protagonizó la versión 'olímpica' de la mordida que dio el estadounidense Mike Tyson a su compatriota Evander Hollyfield, que presenciaba la pelea, en el Palacio de los Trabajadores de Pekín.
Aunque no fue tan violenta, ni tuvo como presa la oreja de su rival, el kazako Yerkebulan Shynaliyev, se vio sorprendido por la reacción agresiva de su rival que le mordió con fuerza en el hombro derecho para hacerle una herida, de la que le brotó la sangre.
Yerkebulah, medalla de bronce en el pasado campeonato del mundo del 2007, disputado en Chicago, se mostró furioso por lo que le había hecho Kurbanov, de 22 años, y se dirigió al árbitro español Francisco Alloza, que dirigía la pelea dentro de la categoría del peso semipesado (81 kilos).
De inmediato, Alloza observo los efectos del instinto 'canibal' de Kurbanov y mandó parar la pelea para descalificar al púgil de Tayikistán cuando faltaban 17 segundos para concluir el tercer asalto. La acción de Kurbanov se dio mientras ambos boxeadores se mantenían agarrados en un cuerpo a cuerpo, lo que impidió que el árbitro Alloza pudiese verlo de inmediato.
Shynaliyev, quien estaba adelante 12-6, fue el que le mostró a Alloza con un gran enfado le herida y como le estaba saliendo sangre. La acción de Kurbanov fue la última de las irregularidades que había cometido en los dos asaltos anteriores cuando recibió varias advertencias por empujar y agarrar a Shynaliyev.
Desde su esquina también quedaron sorprendidos de la reacción del joven púgil, que había debutado en los Juegos Olímpicos con gran éxito después de eliminar en la fase previa al campeón mundial, el uzbeko Abbos Atoev. Sus entrenadores le recriminaron la acción antideportiva después que se había declarado su descalificación, sin que el púgil tuviese ningún tipo de reacción.
Hollyfield reaccionó con una sonrisa
Mientras que Hollyfield, al darse cuenta de lo sucedido, desde la tribuna de los invitados especiales, reaccionó con una amplia sonrisa, una expresión muy diferente a la que tuvo el 28 de junio de 1997 cuando perdió parte del lóbulo de la oreja derecha, en un cuadrilátero de Las Vegas.
En una de las situaciones más bochornosas de la historia del deporte del boxeo, Tyson perdió el control y mordió en dos ocasiones la oreja derecha de Holyfield, arrancándole un trozo de la misma y escupiéndola al cuadrilátero.
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