IGNACIO ROMO PUBLICO.ES
Este invierno, Natalia Rodríguez corre 18 kilómetros al día: 12 por la mañana y 6 por la tarde. Piensa en los Mundiales de cross (Punta Umbría, 20 de marzo), aunque no es seguro que sea seleccionada. Al fin y al cabo, la tarraconense, de 31 años, es tan sólo una mediofondista.
¿Ha cambiado ya de representante?
Sí. Fue hace un mes. Ahora me representa Miguel Mostaza.
¿Ha sido como consecuencia de la operación Galgo', por estar imputado Alonso Valero, su anterior agente?
Sí, sí.
¿Cómo ve esta operación contra el dopaje?
Uf. Por un lado, pienso que es bueno que si hay atletas que han hecho trampas, pues los pillen. Pero la investigación parece que está un poco en el aire, todo a medias, y eso me tiene confundida. Pero, insisto, si hay gente que no ha cumplido las normas, que pague. Y ojalá esta operación no quede en nada, como en la operación Puerto, que lo dejaron todo a medias.
Sí. Eso me duele porque son personas que conozco desde hace muchos años, de la selección, gente con la que he compartido habitación. Duele y choca. Porque las normas están para todos.
Nuria Fernández, su gran rival, aparece citada en el auto de la juez como "sujeto pasivo de dopaje".
Sí. Es una situación muy complicada. Si ha hecho algo ilegal, diría lo mismo, que pague. Como compañera, sé que estará pasándolo mal. No me gustaría estar en su pellejo, pero es lo que hay. Tenemos que esperar el veredicto de la juez.
¿Vio por televisión la entrevista con Marta Domínguez?
Sólo cinco minutos porque no tenía intención de verla. Es todo un tema desagradable. Y la entrevista me pareció un circo.
¿Por qué?
Porque esto es un asunto serio. Y aquello se lo estaba tomando un poco a coña. ¡Cuando hay chavales que tienen a Marta como un ejemplo! Yo no sé a qué venían esas risitas. Me parece que no venían a cuento. De todos modos, hay muchas especulaciones todavía. Se da muchas vueltas a lo mismo.
Lo de Bezabeh, por ejemplo, no admite muchas vueltas.
Yo a él lo conozco poco, pero siempre lo he visto un poco perdido. Era superhumilde y creo que lo han manipulado. Es la gran víctima. Aunque a veces el atleta parece una víctima y yo no estoy de acuerdo. Para mí el principal culpable en los casos de dopaje es siempre el atleta. Porque es el que acude a por ello. El atleta que se dopa no es tonto: quiere doparse.
¿Le parece un engorro esto de estar localizable una hora al día para los controles?
No. Yo no me quejo. Suelo poner siempre de siete a ocho de la mañana. Así me aseguro de que estoy en casa. El sistema me parece perfecto. Y sé que a mis rivales también las hacen pasar controles.
¿Estuvo de acuerdo con la carta de los atletas contra el dopaje?
Sí. Me enteré tarde porque iba de viaje a los Europeos de cross. El ambiente era delicado, pero la apoyé y la firmé, claro.
¿Hace daño esta operación antidopaje a la imagen del atletismo?
No. Lo que hace daño es que salgan tramposos, gente que está ahí arriba y decepciona. Es un palo para el aficionado.
¿Hay que doparse para estar arriba?
No. Yo creo en el sacrifico y en el deporte limpio. Lo mío lo he ganado a base de sacrificio y apoyo de la familia. Me parece patético y me duele que alguien diga que sólo se puede triunfar dopándose.
¿Qué opina de Eufemiano Fuentes?
Que hay que ser un caradura para seguir haciendo estas cosas. Hay que tener poca vergüenza después de lo de la operación Puerto.
¿Ha seguido el caso Contador'?
No mucho. Parece que es un asunto difícil. Pero es un chico que salió de otra manera. Salió a defenderse desde el primer día. Yo me baso mucho en las reacciones de los deportistas. Y Contador no cesa en su lucha.
Este año va a coincidir en los Mundiales de Corea con Onyia, Paquillo, gente que vuelve a competir tras haber dado positivo. ¿Cómo los va a recibir?
Hombre, quieres pensar que han cumplido su sanción, que están limpios. Sinceramente... ya no los ves igual que antes. Es una pena, pero es así.
¿A quiénes ve como rivales en los 1.500 en Corea?
A Nuria Fernández, que es la campeona de Europa; a Jamaal, a Burka y a la inglesa Dobriskey.
¿Se retirará después de Londres?
No. Como mínimo estaré un año más.
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