miércoles, 23 de julio de 2008
Atletas del sur de la Florida representan a Estados Unidos en Pekín
Cuatro años después de tropezar con la última valla y perder la clasificación a los Juegos Olímpicos de Atenas por una fracción de segundo, Bershawn Jackson asistirá a la cita olímpica.
Y llevará con él a Jesse Holt, su entrenador de cuando era niño. Jackson le entregó el martes a Holt un boleto de avión para Pekín y también le pagará los gastos a manera de regalo por los 30 años que ha dedicado al Club de Pista Northwest Express en Miami.
Será el primer viaje de Holt a los juegos olímpicos.
En China, Holt piensa alentar no sólo a sus dos antiguos protegidos, Jackson y Tiffany Ross-Williams en los 400 metros con obstáculos, sino a todo el equipo del sur de la Florida.
Un ecléctico grupo de 19 atletas vinculados a la superzona metropolitana de Fort Lauderdale-West Pam Beach representarán a Estados Unidos en los juegos del 8 al 24 de agosto, algo que llenará de orgullo a un zona donde desarrollaron sus habilidades y sus sueños.
"Desde el Parque Moore hasta Pekín'', dijo Jackson, quien se crió en Liberty City. "Cuando niños decíamos que íbamos a ir a los juegos olímpicos, y ahora resulta que realmente vamos a ir. Será increíble representar a Miami ante el mundo''.
El equipo del sur de la Florida incluye a Dara Torres, de 41 años, la supermadre y supernadadora que salió del retiro para integrar su quinto equipo olímpico en medio del asombro y la controversia. También está Dwayne Wade, de los Miami Heat, y Sylvia Fowles, novata de la WNBA y de Liberty City.
El judoka Adler Volmar fue el abanderado de Haití en la ceremonia de inauguración en 1996. En esta ocasión el peso pesado de Coral Springs representará a Estados Unidos.
La velerista Anna Tunnicliffe y la tablavelista Nancy Ríos, el clavadista Jevon Tarantino, el futbolista Jozy Altidore, las tenistas Venus y Serena Williams, la triatleta Laura Bennett y Laura Kraut, de salto ecuestre, todos viven o han vivido en el sur de la Florida. La jugadora de voleibol Misty-May Treanor está casada con Matt Treanor, receptor de los Marlins.
Y entonces está la sublime Sanya Richards. Si alguien del sur de la Florida está considerada favorita al oro, es Richard en los 400 metros planos. Richards, que nació en Jamaica pero se crió en Pembroke Pines y ahora vive en Austin, ha dominado el evento desde hace años.
"Disfruto que me marquen como objetivo'', dijo Richards, que sufre del Síndrome de Behcets, una enfermedad poco común que ocasiona lesiones en la piel y llagas en la boca, y que casi la lleva a retirarse el año pasado, pero ahora la tiene controlada con medicamentos.
Richards está entre los seis atletas de campo y pista del área, todos con legítimas esperanzas de medalla.
Lauryn Williams, la sorpresiva medallista de plata en los 100 metros en los Olímpicos de Atenas, estará entre los favoritos. Williams, de cinco pies dos pulgadas de estatura, entrena a veces con su perro Gran Danés en la Universidad de Miami, donde estudia una maestría.
A Williams le gustaría que el sur de la Florida se convirtiera en un gran centro del campo y pista. "Tenemos que hacer más pistas porque los muchachos no tienen muchos lugares donde entrenar'', dijo Williams. "Tenemos la esperanza de poder atraer algunos dólares y patrocinio para los atletas locales''.
Jackson, de Liberty City, y Ross-Williams, de Opa-locka, acostumbraban a correr juntos en el Parque Moore. Es la sede del club Northwest Express, en el que Holt, de 65 años, es entrenador en su tiempo libre desde fines de los años 70.
Al principio Holt no le aconsejó las vallas porque temía que, con cinco pies ocho pulgadas, era demasiado bajita y podía lesionarse. Pero Jackson se inscribió en secreto para una carrera y la ganó.
Ross-Williams, también pequeña --cinco pies dos pulgadas-- al principio se mostró renuente a correr.
"No creía que podía sobrevivir tantas vueltas a la pista, pero un día se decidió a probar y quedó encantada'', dijo Holt.
Ross-Williams se graduó de la Universidad de Carolina del Sur, donde conoció a su esposo Steven en un Wal-Mart. Tienen una hija de 4 años, Samya.
"No pude ir en el 2004 porque estaba embarazada'', dijo Ross-Williams. "El objetivo de mis abuelos siempre fue que asistiera a los juegos olímpicos. Estoy contenta de poder hacerlo''.
Torres, que entrena el Club de Natación de Coral Springs con Michael Lohberg, nada mejor que cuando era una veinteañera, aunque se ha sometido a operaciones en una rodilla y un hombro en los últimos ocho meses. Rompió su propio record en los 50 metros estilo libre en las pruebas olímpicas.
El renacimiento de Torres en la piscina ha renovado la especulación de que esté usando drogas para mejorar su rendimiento. Torres se ha brindado voluntariamente a someterse a pruebas adicionales según el programa piloto de la Dirección Antidopaje de Estados Unidos. Atribuye su éxito al trabajo fuerte, los suplementos de aminoácidos y un régimen de "estiramiento de resistencia'' que requiere que dos entrenadores le den masajes en todo el cuerpo con los pies.
"Quiero que la gente sepa que estoy haciendo las cosas bien'', dijo Torres, cuya hija, Tessa, tiene 2 años. "Toda mi vida he competido contra nadadores que siempre estuvieron sucios [dopados], pero eso es algo que yo simplemente no haría''.
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