martes, 22 de julio de 2008

EEUU va a la cueva del león ... a China



Estados Unidos puede presumir de las luminarias más rutilantes --desde Michael Phelps hasta Kobe Bryant-- pero su predominio en el cuadro de medallas de los Juegos Olímpicos corre más peligro que nunca.

Los estadounidenses encaran un gran desafío de China, que en las últimas ediciones ha venido recortando distancias y aspira a aprovechar su condición de local para situarse por primera vez al frente de la repartición de medallas cuando las justas de Beijing concluyan el 24 de agosto.

"Con la ventaja de ser anfitrión y los vastos recursos que ha destinado para su equipo olímpico, China tiene que ser considerado como el favorito para llevarse la mayor cantidad de medallas", afirmó Jim Scherr, el director ejecutivo del Comité Olímpico de Estados Unidos.

"Y no se olviden de Rusia. Tienen un equipo fuerte, probablemente más fuerte de lo que mucha gente piensa", añadió.

Hace cuatro años, en Atenas, Estados Unidos superó 102-63 a China en el total de medallas, y Rusia obtuvo 92. Pero el margen entre Estados Unidos y China fue más reñido en la columna del oro: 36-32.

Otro barómetro fue la medición de los resultados de los campeonatos mundiales o torneos equivalentes realizados en 1996, en los que China ganó 43 medallas de oro, la misma cantidad que Estados Unidos.

La cautela en cuanto a pronósticos ha marcado hasta ahora los análisis de los estadounidenses, cuidadosos de hacer proyecciones ambiciosas que después no se pueden cumplir y que también pueden tener el efecto contraproducente de presionar más de la cuenta a sus atletas.

En vez de proclamar a los cuatro vientos una meta de 100 medallas como se hizo previo a Atenas, Estados Unidos ahora enfatiza en otros aspectos y el prioritario es contar con un equipo que compita sin ningún tipo de escándalo de dopaje o que no deje mal la imagen del país con actos de mala conducta.

Como siempre, los pilares están en el atletismo y la natación. Hace cuatro años, esas dos disciplinas se combinaron para conseguir 53 medallas del acumulado final de 102.

Pero los chinos pueden darse gusto en clavados y levantamiento de pesas, además de los "deportes chicos", como badminton, tenis de mesa, etc.

Estados Unidos debe barrer en el "Cubo de Agua", la ultra moderna sede de la natación. Su figura estelar es Phelps, quien aspira a ganar ocho preseas doradas y superar el récord de siete que su compatriota Mark Spitz logró en Munich 1972.

Pero no sólo dependen de Phelps. Katie Hoff, participante en seis modalidades, podría ser su par entre las mujeres, sin obviar a Amanda Beard y Natalie Coughlin.

Otro monopolio dorado podría darse en el atletismo, con fuertes opciones en las pruebas de velocidad, los relevos y carreras con vallas. Un anticipo fue la actuación en el mundial de Osaka el año pasado, cuando acapararon 26 medallas, 14 de ellas de color dorado.

Pero no todo está a pedir de boca.

Tyson Gay, quien en Osaka completó un doblete en los 100 y 200, sólo competirá en los 100, luego que sufrió una lesión muscular en los 200 durante el torneo clasificatorio. Además, Gay ahora enfrenta en los 100 al jamaiquino Usain Bolt, quien en mayo fijó el nuevo récord mundial con 9,72 segundos.

La mejor opción de China la tiene Liu Xiang, el campeón mundial de los 110 metros con vallas, pero el mes pasado el cubano Dayron Robles le arrebató el récord mundial.

Estados Unidos también es potencia en gimnasia, contando con Shawn Johnson, Nastia Liukin y Paul Hamm como principales figuras.

China, no obstante, aquí sí pone contrapeso. El año pasado se coronaron campeones en la prueba por equipo del mundial. Yang Wei, Xiao Qin y Chen Yibing ganaron pruebas individuales.

A nivel de las competencias por equipos, Estados Unidos confía llevarse ambos en el básquetbol masculino y femenino, en el fútbol femenino y sóftbol.

Ninguna, sin embargo, se da por descontado.

Bryant, LeBron James y compañía tiene claro que ya no puede fiarse del resto del mundo, con oponentes como el vigente monarca olímpico Argentina y el campeón mundial España. Ni las mujeres pueden darse como seguras, ya que este año sufrieron una derrota ante China en la final de un torneo de exhibición.

También buscará repetir como campeonas en el fútbol femenino, pero Alemania y Brasil, finalistas del pasado mundial, se perfilan mejor.

"No somos los favoritos y eso creo que eso nos va a ayudar. Va a ser una bendición", consideró Scherr.

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