sábado, 19 de julio de 2008

Más de 30 atletas nacidos en México competirán por EEUU en los JJOO


Leo Manzano, hijo de un trabajador mexicano, está entre un grupo de al menos 33 atletas nacidos en el extranjero que vestirán uniformes de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Pekín.

En momentos en que el país pasa apuros para determinar cuál será su política de inmigración, el mes próximo los estadounidenses tendrán la oportunidad de ver un ejemplo de cómo su nación agrupa a ciudadanos de orígenes muy diversos.

Hay al menos 33 atletas nacidos en el extranjero que competirán por Estados Unidos, en comparación con 27 en los Juegos Olímpicos de verano del 2004, de acuerdo con el Comité Olímpico estadounidense, que no llevaba registro de esta estadística antes de ese año.

Entre ellos están Manzano y otros seis integrantes del equipo de atletismo, así como cuatro jugadores de tenis de mesa nacidos en China, un británico que compite en kayak, y la estelar gimnasta Nastia Liukin, oriunda de Rusia.

En el equipo de los 1.500 metros se destacan Manzano, cuyo padre se mudó a Estados Unidos cuando el atleta tenía 4 años. Sin embargo, el deportista no obtuvo la ciudadanía sino hasta el 2004.

También figuran en la escuadra el keniano Bernard Lagat y López Lomong, uno de los "niños perdidos'' de la guerra civil en Sudán que pasó una década en un campamento de refugiados.

"Es un momento mágico'', dijo Bubba Thornton, entrenador de pista del equipo varonil estadounidense. ``Me alegro de que estos jóvenes encontraran su camino aquí. Podría recordarnos a todos de dónde venimos, lo difícil que puede haber sido la lucha, y lo grande que era el sueño por estar aquí''.

La historia de Manzano es sorprendente. Su padre, Jesús Manzano, partió varias veces desde México para cruzar ilegalmente la frontera con Estados Unidos cuando era joven, en busca de un empleo para mantener a su familia. Obtuvo la residencia legal en 1987.

En un principio el padre se burló del interés de Leo en las carreras de atletismo, pero finalmente cedió. El hijo ganó nueve campeonatos de secundarias del estado de Texas, obtuvo una beca en la Universidad de Texas, y ha conquistado cinco títulos de la Asociación Nacional Atlética Colegial.

"El representa todo lo que te enseñan en este gran país a medida que creces'', dijo Thornton, quien también fue su entrenador en Texas. "No faltas, trabajas duro, tratas a la gente como quieres que te traten y, si haces todas esas cosas, te pueden pasar cosas buenas''.

Manzano dice sentirse honrado por su boleto a los Juegos Olímpicos, y está ansioso de mostrar su gratitud a Estados Unidos. Si hay aficionados por ahí que preferirían que en su lugar estuviera un estadounidense nacido en el país, no se ha percatado de ello.

"No he sentido nada de energía negativa; todo ha sido muy positivo'', dijo. "En el poblado donde vivo, la gente ha sido impresionante. Me han alentado''.

También acepta el mensaje que le transmite el tener a Lagat y a Lomong como compañeros.

"Muestra la diversidad de nuestro país. Es un sitio donde las etnias se mezclan'', afirmó Manzano. "Estoy muy emocionado y estoy seguro que estos chicos quieren darle de vuelta (al país lo que éste les dio) tanto como yo''.

En su deporte, los tres corredores de 1.500 metros han sido recibidos calurosamente, al igual que otros inmigrantes entre los 596 atletas olímpicos que enviará Estados Unidos.

"Yo no veo a ninguno de nuestros atletas nacidos en el extranjero como extranjeros'', dijo Jill Geer, directora de comunicación de la Federación de Atletismo estadounidense. ``En la USATF (siglas en inglés de la federación), nadie piensa que sean de ninguna otra nacionalidad salvo estadounidenses, y no lo digo sólo porque sea lo que suene correcto decir''.

Más allá del terreno de los deportes, el controvertido debate nacional sobre la inmigración se ha concentrado en los extranjeros que se encuentran ilegalmente en el país y si debería ofrecérseles alguna manera de que obtengan la ciudadanía.

William Gheen, presidente del grupo Estadounidenses en Favor de la Inmigración Legal, dijo que los logros de ciudadanos naturalizados como Lagat y Lomong deben ser celebrados, pero no empleados como argumento para otorgar una política migratoria más permisiva.

Gheen mencionó una broma que circula en la internen, la cual alude al cruce ilegal de la frontera desde México hacia Estados Unidos, por encima de cercas, a través de desiertos y del río Bravo. El chiste argumenta que México tendrá un mal desempeño en los Juegos Olímpicos "porque sus mejores corredores, saltadores y nadadores están en Estados Unidos''.

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