sábado, 2 de agosto de 2008
Gemma Mengual se hiela en el Cubo de Agua
Nueve sirenas, nueve, dignas de Homero o Kavafis, oscilan en movimientos imposibles sobre y bajo la lámina de la gran piscina de competición, el corazón geométrico del Cubo de Agua de Pekín: Gemma Mengual, Andrea Fuentes, Raquel Corral, Laura López, Paola Tirados, Irina Rodríguez, Thais Henríquez, Gisela Morón y Alba Cabello. Desde una silla elevada como un juez-árbitro de atletismo o tenis, Anna Tarrés dirige las coreografías, rutina técnica y rutina libre, con y sin música.
En el hilo de la instalación suenan suavemente The Eagles con su Hotel California, cuando las nueve danzarinas españolas empiezan a caminar sobre las aguas. En sus coreografías salen giros de piernas en tirabuzones desde el fondo de una exigencia elástica casi sobrehumana. "Ésta es una especialidad que tiene mucho de gimnasia rítmica en el agua; requiere una extraordinaria potencia de piernas", analiza Rafael Reyes, uno de los técnicos del equipo. Paola Tirados arrastraba algunas molestias que, a simple vista, parecen olvidadas.
Congeladas.
Pero nada hay más lejos del sol de California: las sirenas se hielan en su primera aparición en el Cubo de Pekín y se mudan ya mismo a la cálida colmena humana de Shanghai. Se entrenaron con el agua a 26,9 grados centígrados pero... "habitualmente, trabajamos a 28 grados", cuenta Tarrés. En realidad, la natación española huye de la húmeda capital de China como del agua fría: los nadadores en línea afilan los penúltimos virajes en Japón. El waterpolo emigra a Tokio. Y las sirenas que lidera Mengual, imagen escueta como recién emergida de un poema de Kavafis, se van a trasladar a Shanghai. La palabra "frío" aflora una y otra vez en los labios de Gemma Mengual, envuelta en una toalla blanca de la Villa Olímpica.
Ambiente.
"El agua y el ambiente están fríos aquí", revela Mengual, que preguntaba y razonaba "¿A que los que estáis fuera del agua no tenéis calor, verdad...? Pues en una piscina cubierta se supone que debe hacer calor. Bueno, aparte del frío, que ya más o menos lo sabíamos, nos vamos porque aquí no encontramos piscina para entrenarnos solas y a gusto, y como tenemos plazo de sobra, pues allá vamos".
Mengual lista los grandes rivales en la lucha por el podio: "Tenemos que ver a Rusia, China, EE UU e Italia. Ahora estamos también en esto de recuperarnos del jet-lag. Pero bueno, me voy a hacer estiramientos". Escena surrealista: las azafatas chinas dan vueltas interminables a la gran piscina, ensayando las ceremonias de entrega de medallas... sin medallas y sin Phelps, como en escenas de los hermanos Marx o de Charles Chaplin.
El equipo de sonido dispara algunos himnos. Hay banderas. Cuando las sirenas españolas regresen de Shanghai, del imperio del sol, intuimos que traerán su himno caminando sobre el agua fría del Cubo, en el último y más extraordinario tirabuzón de Gemma Mengual.
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