miércoles, 13 de agosto de 2008

CENANDO CON PHELPS, POR GEMMA PASCUAL


13 de agosto.- Sí, sí, el mismísimo Michael Phelps detrás de mí, durante la cena. El deportista olímpico más grande de todos los tiempos (y no sólo por su gigantesca envergadura) estaba ubicado en el mismo lugar que yo, pero en dos mesas atrás, a escasos dos metros. Todo el mundo quería fotografiarse con él y el chico correspondía afable, asumiendo su rol. Pero a mí me dio vergüenza, no me acerqué. Le intenté hacer una foto con el móvil, pero desde lejos, sin llamar la atención, pero nada... se veía muy pequeño. ¡Y eso que lo intenté dos veces! Quizá en otra ocasión me envalentone y le digo algo, ya os contaré.

También hemos visto por ahí a Kobe Bryant desde lejos y alguno más, pero las 'megaestrellas' suelen esconderse bastante y viven en hoteles aparte. Nosotros nos relacionamos más con españoles como Nadal, que no está nada mal. El famoseo es una de las curiosidades (y privilegios) que tiene el convivir en la Villa Olímpica y compartir comedor, donde la comida es bastante tradicional. Nada de cucarachas ni gusanos. Como mucho 'shushi' vegetal (de algas) y poco más; yo me inclino por lo tradicional e ir a lo seguro.

No es bueno arriesgarse a tener dolor de estómago o retortijones. Hay que estar al cien por cien para la competición, que las lesiones vienen solas. Sin ir más lejos, en nuestro último entrenamiento he sufrido un golpe en el talón, pero afortunadamente no ha sido nada grave. Con un masaje en el 'fisio' seguro que se me pasa. No os preocupéis, que estaré ahí dando guerra.

La verdad es que lo estamos pasando de lujo en nuestro regreso a Pekín. Hay muy buen ambiente en la convivencia, tanto con los deportistas españoles como con el resto. Entre nosotros (los españoles) ya se vio en la ceremonia inaugural el buen rollo que hay, creo que más que en otros países. Nos apoyamos mucho mutuamente y eso se nota. Con los participantes extranjeros la convivencia también es chula, aunque todavía no hemos hecho demasiadas relaciones, porque estamos todos muy centrados en la competición, un tanto abstraídos y con muchos entrenamientos. Casi saturados. Pero seguramente que conforme pasen los días, se relajen los nervios y vayamos quedando menos hacemos más de un amigo por aquí.

Ni siquiera hemos tenido tiempo para hacer apenas turismo. Sólo fuimos un rato a la plaza de Tiananmen y estaba repleta de turistas. ¡Turistas chinos! Lleno de turistas chinos y chinos, que aprovechan los Juegos para visitar la capital de su país, que tiene un aspecto totalmente futurista. Es espectacular. Sólo un asfixiante calor le arrebata algo de encanto a esta fabulosa ciudad. Pero de eso ya os hablaré otro día. Ahora, masaje para recuperar, y a dormir.

No hay comentarios: