martes, 12 de agosto de 2008

La primera para México


Paola Espinosa y Tatiana Ortiz ganaron la primera medalla de México en los Juegos Olímpicos al llevarse el bronce en los clavados sincronizados desde plataforma de 10 metros.

Fue la primera medalla que conquista México en clavados femeninos en la historia de los Juegos.
Las chinas Wang Xin y Chen Ruolin se quedaron con la medalla de oro y las australianas Briony Cole y Melissa Wu con la plata.
La pareja china, con una actuación dominante, sumó 363.54 puntos, las australianas 335.16 y las mexicanas 330.06.

Las mexicanas superaron holgadamente a las alemanas Annett Gamm y Nora Subschinski, que finalizaron cuartas a casi 20 puntos, con 310.29.

Espinosa y Ortiz arrancaron con dos saltos fallidos que les hundieron en el último lugar en la piscina del imponente Cubo de Agua.
Pero en la tercera ronda tuvieron una zambullida casi perfecta en la que cosecharon 77.76 puntos, sólo superadas por las chinas con 79.20, y con ello escalaron de golpe del octavo al tercer lugar.

"Estábamos convencidas de que nos iba a ir mejor que ese octavo puesto y acá estamos, orgullosas de lo que hemos hecho", dijo Espinosa, de 22 años.

"Así somos los mexicanos, tranquilos, seguros y confiados", agregó a sus lado su compañera Ortiz, de 24.

Alentadas por el grito "México, México" que bajaba desde las tribunas con unos 200 aztecas diseminados, Espinosa y Ortiz volvieron a la plataforma, se tocaron las manos como deseándose suerte y se lanzaron otra vez al agua dulce con sabor a gloria.

"Ohhhh", exclamó entonces todo el estadio por la armonía de esa pirueta que consolidó a las mexicanas terceras con 246.42 puntos, mientras que las australianas estaban al alcance de sus saltos con 247.44.


Restaba un último esfuerzo: ambas suspiraron profundo, Espinosa se acarició la cara, Ortiz dio la orden y el agua las recibió, para devolverlas al podio.
"Cuando salí del agua y escuché la reacción del público, me di cuenta de que tendríamos una medalla", recordó Ortiz. "Fue una porra de alegría".
Para Espinosa, "esto es un sueño cumplido, pero simplemente parte de ese sueño. Ahora quiero volver a subir a ese podio, que es tan lindo, pero más arriba". La clavadista todavía tiene que competir en la plataforma individual.

"Nos complementamos muy bien", expresó Espinosa. "Cuando subimos al tercer intento nos deseamos mutuamente suerte porque sabíamos que la íbamos a necesitar, pero más confiábamos en nuestra capacidad, porque para eso nos entrenamos".

"Este es un momento que no puedo describir", agregó Ortiz. "Es una alegría indescriptible".

"Estábamos tranquilas, confiábamos en que íbamos a ganar una medalla", manifestó.

Ambas tardaron casi una hora en hablar con la prensa ya que primero lo hicieron con familiares y amigos en forma telefónica.
"Esto es más de lo que le pedí a la vida", dijo Ortiz, quien al igual que Espinosa participará en los clavados individuales.

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