viernes, 8 de agosto de 2008

LOS MILAGROS DE PHELPS


Cuando le faltaba un largo en los 400 metros combinados de las pruebas clasificatorias olímpicas de Estados Unidos, Michael Phelps iba a la par de Ryan Lochte, pero de algún modo el superastro emergió medio cuerpo por delante de su rival en la última vuelta y terminó ganando la prueba en tiempo récord.

Este sensacional movimiento catapultó a entrenadores y equipos de científicos a examinar el video subacuático de la vuelta, para ver cómo realizó Phelps su truco de magia característico.

Lo que hallaron fue asombroso. En lugar de empujar la pared en ángulo e impulsarse hacia arriba, como hizo Lochte, el plusmarquista se sumergió bien profundo, hizo una patada de delfín y salió disparado a la superficie muy por delante de donde su oponente ya estaba braceando.

"Phelps viene usando esto como arma desde hace un tiempo," dijo Russell Mark, coordinador de biomecánica de la entidad que gobierna la natación estadounidense, USA Swimming, en una entrevista realizada esta semana en las instalaciones olímpicas de natación, el "Cubo de Agua" de Pekín.

"La lógica indica que no debería sumergirse en profundidad, pero (Phelps) supera a sus rivales en esa última pared. Sin embargo, aún no hay una explicación científica de por qué resulta efectivo hacer esa trayectoria," señaló.

Mark, entrenado en la ingeniería aeroespacial, se encuentra entre los numerosos científicos contratados por organizaciones de natación alrededor del mundo para estudiar cada movimiento dentro de este deporte, con la esperanza de hacer más eficientes y rápidas las brazadas.

"Mucho de ello son suposiciones," admitió Mark.

"Nosotros miramos lo que hacen los mejores nadadores e intentamos hallar denominadores comunes. Cada nadador tiene una característica propia, su estilo personal basado en su forma y tipo de físico," explicó.

El científico precisó que ya sean australianos, japoneses o británicos, las principales potencias de la natación "observan las imágenes desde diferentes ángulos para ayudar a sus nadadores a recortar fracciones de segundo en sus carreras."

PEQUEÑOS AJUSTES

La biomecánica existe desde hace mucho tiempo, pero cada vez más equipos la están incorporando.

"En Atenas había dos o tres países -Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña- que filmaban mucho," apuntó Bernard Savage, director el área de ciencia del rendimiento de Swimming Australia.

"En estos Juegos Olímpicos hay muchos más países que rápidamente se pondrán a analizar información e implementarán pequeños ajustes entre las carreras de clasificación, las semifinales y las finales," sostuvo.

El equipo de natación de ese país también visita el Instituto del Deporte australiano en Canberra, el cual según Savage cuenta con una vasta plantilla de científicos y la más avanzada piscina para pruebas e investigación científica, tales como mediciones de fuerza de brazada.

"Hay una gran cantidad de elementos científicos que se pueden aplicar, pero el secreto está en cómo se los comunica a los nadadores de manera que lo conviertan en hábito bajo presión cuando la fatiga comienza a sentirse," dijo.

Peter Vanderkaay, candidato estadounidense a una medalla en los 200 metros, 400 metros y 1.500 metros estilo libre así como en los relevos, sostuvo que gracias al análisis de videos suyos pudo detectar varios errores en su brazada que le hacían perder velocidad.

"Existe un consenso general acerca de lo que es una brazada perfecta; se ha mapeado en qué posición debe estar el cuerpo," precisó Vanderkaay.

"Pero saberlo y entrenarlo son cosas distintas. Es fácil desarrollar malos hábitos y difícil corregirlos," concluyó.

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