El oro olímpico está muy caro. O tal vez no tanto, si decide apostar por algún favorito. En plena ebullición de los Juegos Olímpicos de Pekín, se puede ganar mucho dinero a través de las apuestas por Internet. Hay inversiones muy seguras, como apostar por los equipos estadounidenses de baloncesto y de 4X400 de atletismo o por la saltadora de pértiga Yelena Isinbayeva. Las cantidades obtenidas por jugar con los máximos favoritos son modestas, pero generalmente superiores a la de los mejores valores de bolsa en un día. Ahora bien, la cantidad aportada se pierde por completo si la apuesta resulta fallida. Hagan juego.
Los Juegos Olímpicos pueden hacerle de oro si tiene la suerte de su lado en el proceloso mundo de las apuestas deportivas. Pero también pueden ser su condena. Existen jugadores avezados con sus particulares estrategias de apuestas, basadas en modelos estadísticos, con las que suelen obtener rendimientos positivos. Pero lo único seguro son las ganancias del corredor de apuestas, aunque sea virtual, como es el caso del juego por Internet.
Hay algunas apuestas en las que es imposible perder, que diría un jugador empedernido. La plusmarquista de salto de pértiga, Yelena Isinbayeva es un buen ejemplo. La atleta rusa, que lleva dominando su especialidad de una manera insultante los últimos cuatro años, no tendrá rival en Pekín. Su victoria, lógicamente, es de las peores pagadas, pero su seguridad es mayor que la de la renta fija. Las casas de apuestas pagan su triunfo a 1,05 por cada euro invertido. Un 5% de rentabilidad en un solo día. Eso sí, una lesión o un mal día de la rusa pueden mandar a la basura el 100% del dinero del confiado apostante.
Sin embargo, la apuesta más segura (y la peor pagada) es para el equipo estadounidense de 4X400 de atletismo. La victoria de Estados Unidos se paga a 1,02. Si no quiere sufrir con el cambio de testigo en cada relevo, puede apostar por el equipo, también estadounidense, de 4X200 masculino de natación estilo libre cuya medalla de oro se cotiza a 1,06.
En general, las competiciones de relevos parecen las apuestas más sólidas. Dentro de la natación, competición que ya ha rebasado su ecuador en los Juegos, los máximos favoritos por equipos resultan ser Estados Unidos en 4X100 estilos masculinos (1,07), 4X200 libres femeninos (1,1) o Australia en 4X100 estilos femenino (1,11).
Sin salir de la piscina, el mercado contempla con optimismo los próximos oros de Michael Phelps. Las victorias del prodigioso nadador estadounidense se pagan a 1,17 en el caso de los 200 estilos y a 1,2 en los 100 mariposa. Pocos nadadores parecen una inversión tan segura.
En otras competiciones acuáticas, las victorias de Rusia en natación sincronizada por equipos y en dúo cotizan a 1,4 y a 1,55 respectivamente. Para los que opten por inversiones patrióticas, la opción nacional es un fruto apetecible. El triunfo de España se paga a 5,75 (tercera máxima favorita) por equipos y a 6 por cada euro apostado en dúo.
Entre otros favoritos incuestionables -y sin ánimo de ser exhaustivos- se encuentra Blaka Vlasic en el salto de altura. La victoria de la atleta croata se paga a 1,13. La apuesta por la cántabra Ruth Beitia, sexta favorita, multiplicaría el capital invertido por 41. También se paga a 1,13 por cada euro apostado el oro para el jamaicano Usain Bolt en los 200 metros lisos. Bolt es también favorito, pero menos, en la señera prueba de los 100 metros lisos: 2,35 es el premio, por delante de su compatriota Asafa Powell (3) y del estadounidense Tyson Gay (3).
El atletismo es el deporte donde se concentran buena parte de los máximos favoritos: a 1,15 se cotiza el triunfo de Pamela Jelimo en los 800 metros o el de Turnes Dibaba en los 10.000; a 1,18 el de Sanya Richards en los 400 metros. En los 10.000 metros masculinos, el etiope Kenenisa Bekele es el favorito del mercado: 1,22 pagan las casas de apuestas por su victoria; por el primer blanco, el español Juan Carlos de la Ossa, se pagan 251 por cada euro.
En los deportes de equipo, el mejor posicionado es el conjunto de Estados Unidos de baloncesto femenino, cuya victoria cotiza a 1,2 (el oro para España multiplicaría por 41 la cantidad aportada). En hombres, Pau Gasol y compañía son los segundos favoritos, sólo por detrás de los propios estadounidenses. En balonmano, Francia constituye la mejor apuesta con una cuota de 3. La victoria de España se pagaba a 12 por cada euro apostado antes de la victoria frente a Polonia.
Para los que quieran invertir en producto nacional, Javier Gómez Noya es la opción más golosa. El deportista gallego, considerado actualmente como el mejor triatleta del mundo, es el máximo favorito de su especialidad. De conseguir el oro olímpico, sus apostantes recibirían el 150% de lo invertido gracias a la cuota de 2,5. Otra posibilidad muy potable es jugar en la especialidad de mountain bike por Margarita Fullana. La victoria de la española, junto con la de la rusa Irina Kalentieva, cotiza a una cuota de 3.
Por supuesto, Rafa Nadal sigue siendo la apuesta más sólida del tenis, sobre todo después del descalabro de sus compañeros del cuadro individual. También se encuentran entre las favoritas las selecciones de hockey y waterpolo. Pero si se quiere arrancar un pellizco más suculento, el triunfo de Mario Pestano en disco se paga a 8 por cada euro.
También Alberto Contador, con una cuota de 15, parece una buena opción para la contrarreloj individual. El triunfo del flamante campeón olímpico en la prueba en ruta, Samuel Sánchez, se paga a 26 por cada euro. El claro pronóstico en esta prueba es, sin embargo, el suizo Fabian Cancellara, cuyo oro implicaría multiplicar por 1,7 la apuesta. Si confía en que soplará el viento a favor, puede arriesgarse por los equipos españoles de vela en clase Tornado (cuota de 6) o de 49er (13).
Mayores riesgos (y mayores ganancias en caso de acertar) supondría apostar por Marta Domínguez (17) para el oro de los 3.000 metros obstáculos. La brava atleta palentina ya ha dado gratas sorpresas en competiciones oficiales. Más improbables parecen las victorias de Juan Carlos Higuero y Arturo Casado en 1.500, que se pagan ambas a 26, o la de José Ríos y Chema Martínez en maratón que multiplicarían el capital por 51 y 101 respectivamente. Tal vez en estos casos haya que conformarse con un metal distinto al oro o con un, siempre prestigioso, diploma olímpico.
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