Michael Phelps, que ya ha conseguido tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín, reconoció que por el momento no puede pedir más por cómo le están saliendo las cosas y admitió que es un mal perdedor. "Odio perder", dijo el estadounidense tras conseguir su tercer oro. "Salir tercero en la carrera de hace cuatro años en Atenas me motivó aún más para nadar más rápido", apuntó Phelps en relación a la última cita olímpica, donde sucumbió ante el poderío de Ian Thorpe y Pieter van den Hoogenband.
Y es que todo está saliendo perfecto para el fenómeno de 23 años, quien ha vuelto a pulverizar un récord olímpico en Pekín. Phelps dominó los 200 metros estilo libre, despegándose con claridad de sus rivales y destrozando una plusmarca mundial por tercera vez en otras tantas jornadas. De esta forma, el norteamericano obtuvo la novena presea de oro olímpica de su carrera, con lo que igualó el récord de Mark Spitz, Carl Lewis y Paavo Nurmi. Aún así, podría sumar otras cinco medallas de oro en lo que resta de competición.
"No podría pedir más a las tres carreras ganadas hasta el momento", sostuvo. "Hasta ahora hemos hecho todo lo que yo quería", añadió Phelps, que comentó que haber igualado a atletas tan importantes como Lewis es "bastante importante". "Definitivamente es un honor. Tuve la ocasión de tener contacto con Carl Lewis y de intercambiar algunas palabras con Spitz aquí y allá; es increíble," concluyó.
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