12 de agosto. Michael Phelps es la estrella. Si yo fuera él, pediría mi parte del dinero a las cadenas de televisión y a la Federación Internacional de Natación (FINA). Todo el mundo ve la televisión porque está él. Si no, no la verían. Todos hacen dinero, así que ¿por qué no reclamar su parte? Es algo que hay que preguntarle al presidente de la FINA. El domingo estaba un poco preocupado. Nadie había nadado aún finales por la mañana, como sucede en Pekín. Generalmente es más difícil nadar rápido por la mañana cuando uno toda la vida ha estado entrenándose por la tarde.
Yo también era capaz de romper récords del mundo por la mañana y así lo hace Michael. Es absolutamente mucho mejor que el resto nadando por la mañana, eso va a ser una ventaja para él. No va a ser simple, pero creo que eso va a hacer que gane más fácilmente en todas las pruebas en las que compita. La natación, por la mañana, suele ser pura rutina con las rondas eliminatorias. Y más para Michael, que tiene la velocidad y no debe preocuparse mucho por estar en las finales, que son siempre por la tarde. La mayor parte de la gente rinde mejor por la noche. Michael parece ser que es el que mejor se ha habituado al nuevo horario y el que mejor lo está haciendo en este momento.
Aprecio mucho lo que ha hecho Jason Lezak en los relevos 4x100 libre. ¡Ha nadado los 100 con el mejor tiempo de la historia! Ganar y hacer ese récord del mundo es bastante increíble. Michael Phelps sigue en la lucha por los ocho oros. Para eso está en los Juegos de Pekín. En la final de los 400 metros estilos, donde ganó ya el primer oro, estaba liderando ya al final de los 100 de pecho. Nunca lo había hecho antes contra Ryan Lochte. La carrera estaba ya acabada a falta de 125 metros para el final. A 25 metros para terminar el tramo de brazo, Phelps ya iba por delante y la carrera estaba concluida, ahí le declaré yo ya vencedor, en ese momento.
Cuando Michael dice que a pesar de todo no se sintió bien, no está diciendo la verdad. Yo lo decía en todo momento. Es una baza psicológica contra el resto de los oponentes, es un arma psicológica para reforzarse a sí mismo. Les está diciendo a sus oponentes que no tienen nada que hacer aunque hagan la mejor carrera de sus vidas. Aunque la final hubiera sido por la tarde, no creo que le hubieran batido, pero sí habría sido mucho más disputada. Han sido sólo los dos primeros días, pero Michael se ha mostrado fuerte, tranquilo, cómodo, rápido, perfectamente bien, todo ha parecido fácil.
He escuchado que Lochte desayunó en McDonald’s antes de los 400 estilos. La verdad es que no me extraña viendo la carrera que realizó. Creo que no va a ganar ninguna prueba, Michael va a ganar todos los eventos individuales. Por lo visto lo ocurrido en los 400 metros estilos, Lochte no va a ser un oponente para Michael en los 200 metros. Creo que el único problema ahora va a ser Ian Crocker en los 100 mariposa. Tiene el récord del mundo, pero Michael le ha ganado los últimos cuatro años.
Cuando vi que el presidente George W. Bush estaba observando desde la tribuna a Michael el domingo me sentí celoso. En Múnich 72, el presidente Richard Nixon estaba teniendo problemas muy grandes como para estar viéndome a mí en los Juegos Olímpicos: era la época del 'Watergate'. Me hubiera gustado que estuviera, la verdad es que sí. Pero el presidente Bush no ayudó a nadar a Michael.
Aunque Dara Torres está ganando medallas con 41 años, puedo asegurar que yo no volveré a nadar. Es mayor, pero yo puedo ser casi su padre, tengo 58 años. Creo que es genial, va a ser muy interesante verla, ojalá consiga más medallas.
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