lunes, 4 de agosto de 2008
JUSTIN GATLIN PURGA SU DOPAJE ENSEÑANDO A NIÑOS
Mientras los mejores velocistas del mundo se preparan para la carrera más importante de los Juegos Olímpicos de Pekín, la final de los 100 metros masculinos, el actual campeón reorienta su vida en un gimnasio a las afueras de Atlanta, en Estados Unidos.
Hace cuatro años, Justin Gatlin alzó los brazos en señal de triunfo tras desafiar las apuestas y derrotar al entonces campeón, Maurice Greene, llevándose el oro en Atenas. Allí también ganó el bronce en los 200 metros y la plata en los 4x100.
Dos años después dio positivo en un dopaje con testosterona y recibió una suspensión de cuatro años.
"Es frustrante. No diría que duele, pero uno puede pensarlo sabiendo lo que me estoy perdiendo", dijo Gatlin en una entrevista.
"No me dolió tanto (no poder competir) porque tengo mis medallas, éstas son las cartas que me han dado y tengo que enfrentarme a ello", afirmó.
El de 2006 fue su segundo positivo por dopaje. En 2001 dio positivo por las anfetaminas contenidas en una medicación que tomaba desde niño para tratar la hiperactividad, o desorden por déficit de atención (DDA), que padece.
En junio perdió la batalla legal para dejar sin efecto su sanción, en un intento de defender su título, y ahora debe esperar a una segunda oportunidad para competir.
DEPORTISTAS CON DDA
Mientras tanto el corredor, de 26 años ha comenzado una nueva etapa como entrenador de deportistas de élite, una carrera que puede resultar muy lucrativa, y quiere concentrarse en atletas con DDA como Robert Benson, un jugador de béisbol de 11 años.
Tanto Gatlin como Benson sufren DDA, algo que fue un factor clave en el caso ante el tribunal. Cuando el velocista fue condenado en 2001, las autoridades aceptaron que la droga que había tomado era un componente de su medicación y que no mejoraba su rendimiento.
Sus abogados dijeron en junio al tribunal federal que este factor debería mitigar la sanción de cuatro años. El juez dijo entender la situación pero desestimó el caso.
Sobre la sanción de 2006, Gatlin estar "bastante convencido" de que la droga le había sido administrada sin su conocimiento.
"Lo que me permite continuar es el conocimiento de mis capacidades. Sé cuál es mi talento. Debería estar ahí rompiendo récords mundiales y ganando medallas", aseguró.
En su tiempo libre entrena, con la vista puesta en su regreso a la competición y los Juegos Olímpicos de Londres 2012 como objetivo. Entonces tendrá 30 años, una edad avanzada para un velocista, pero él lo ve de otra forma.
"Estaré bien descansado".
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