miércoles, 13 de agosto de 2008

Las ideas de bombero de Ryan Lochte


"Estoy bajando al punto G". En realidad acababa de llegar a Gainesville, Florida, tras un compromiso comercial en Los Ángeles. Pero así les gustan las cosas a él: bromas, doble sentido, bombas de agua, hip-hop, skateboard y una casi invariable voz de dormido. Bienvenidos a Ryan Lochte.

Opacado por Michael Phelps, Lochte es sin embargo un nadador de primerísimo nivel, gran amigo del hombre que busca acabar con el mito de Mark Spitz. Lochte, sin embargo, es la cara opuesta de Phelps. Largo, delgado y fibroso es Phelps; más bajo, compacto y musculoso Lochte. Pero ambos comparten su pasión por el hip-hop, las mujeres y los coches caros. De hecho tienen un código propio: cada SMS que se envían -y son muchos- empieza con "Young Jeezy says 'jeah'" ("Young Jeezy dice sí"), y a veces directamente con "jeah".

"Casi nunca hablamos de natación, preferimos hacerlo de estupideces", dijo recientemente Phelps a 'Sports Illustrated'. Young Jeezy existe, y es un rapero que, en efecto, dice "jeah". Y el punto G no tiene nada que ver con la anatomía, sino con Gainesville: así se refirió Lochte a su ciudad en una entrada de su blog para swimroom.com.

¿Es poco serio Lochte? Sería injusto decirlo. Es, más bien, especial. Ordena sus camisetas en el armario según el color, y es un superdotado de la natación que, si no existiera Phelps, probablemente sería mucho más famoso.

Su look de 'surfer', su buen ver y su discurso lento y con voz adormecida lo pone por delante de Phelps en la preferencia de muchas mujeres, y probablemente hombres. Incluso cuando utiliza la dentadura plateada con diamantes que hace furor entre raperos como Lil Wayne. Pero Lochte no entrará al 'Cubo de Agua' en Pekín para seducir al público con su figura, sino para ganarse la clasificación y luchar el jueves por el oro en los 200 metros espalda y los 200 estilos.

En los 200 espalda es campeón y 'recordman' mundial, y en los 200 estilos libra un notable duelo con Phelps, con el que se reparte - tres Lochte, siete el de Baltimore- las diez mejores marcas de la historia. La última vez que se enfrentaron, en los 'trials' estadounidenses, Phelps ganó por apenas 27 centésimas.

"La gente nada contra Michael para ser segundo. Yo no, yo estoy convencido de que puedo ganarle", dice Lochte cuando se le plantea la comparación.

Lochte, el hombre que hace un poco más de un año convenció a un grupo de amigos en la Universidad de la Florida de atacar con bombas de agua un concierto al aire libre en el Campus. Todo muy bien, hasta que apareció la policía. Ryan y sus amigos se sumergieron en unos arbustos y salvaron el pellejo. También entre unos arbustos terminó hace un tiempo al arriesgar demasiado con su moto, lo que le costó una lesión y el enojo de su entrenador, Gregg Troy, y de su padre, verdadero motor de su carrera.

Enfado justificado también por parte de su novia: alguna vez Lochte dejó una bolsa llena de excrementos frente a la puerta de su casa, le encendió fuego, tocó el timbre y salió corriendo. Su novia, que intentó apagar las llamas, se encontró pronto manchada por algo que no olía precisamente a flores.

Pero todo eso es pasado, el momento de la verdad llega ahora, que quiere saber si es un adulto de la natación. Y Mark Spitz, el mito al que busca destronar Phelps, ya dio su veredicto: fracasará. "He escuchado que Lochte desayunó en McDonald's antes de los 400 estilos. La verdad es que no me extraña viendo la carrera que realizó. Creo que no va a ganar ninguna prueba, no va a ser un oponente para Michael en los 200 metros", escribió Spitz en su blog de elmundo.es.

Lochte, en efecto, desayunó el domingo a las 6:30 de la mañana en McDonald's, y nadó un tanto desteñido para llevarse el bronce en los 400 estilos. Mark Schubert, entrenador jefe del equipo estadounidense de natación, dejó en el aire la duda. ¿Tiene Spitz razón? "Ryan tuvo problemas digestivos", explicó cuando se le preguntó por la forma que mostró el amigo-rival de Phelps.

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