martes, 5 de agosto de 2008
Samaranch cree ridículo boicotear la inauguración
Juan Antonio Samaranch, presidente honorario del Comité Olímpico Internacional, afirmó ayer que carece de sentido utilizar los Juegos Olímpicos como arma política y amenazar con "boicots ridículos" la ceremonia de apertura o de clausura de Pekín 2008. "Lo importante es que estén los atletas", declaró el ex presidente del COI en una entrevista concedida a la agencia Efe.
"Al final los políticos se dan cuenta de que boicotear los Juegos es boicotear a los atletas de sus países", dijo Samaranch, que mañana será recibido en privado por el presidente de China Hu Jintao. "Además de desearle mucho éxito y felicitarle por la organización, le diré que así como España está con China, nos apoye en la candidatura de Madrid 2016", añadió.
En sus declaraciones a Efe, Samaranch, también presidente español del Foro España-China que impulsa las relaciones entre ambos países en todos los sectores, reiteró que no tiene dudas sobre el éxito de los Juegos de Pekín. "Conozco bien a China. Han preparado unas instalaciones deportivas únicas. Nunca se había visto algo semejante como el estadio y la piscina olímpicos. Cuando empiecen los Juegos, serán la primera noticia de todos los medios de comunicación", añadió.
Hasta el momento, las noticias no deportivas como las polémicas por el libre acceso a internet, las protestas ciudadanas o el atentado de Xianjiang han sido las protagonistas, pero ninguno de estos temas fue citado ayer ni por el presidente chino, Hu Jintao, ni por el del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, en la apertura de la 120ª Sesión del COI, que desde hoy hasta el jueves se celebrará en Pekín.
Ante los miembros del COI, presidentes de federaciones y de comités olímpicos, autoridades locales y representantes de ciudades que organizarán Juegos futuros, reunidos en la Ópera de Pekín, Hu Jintao dijo que los Juegos servirán a China "para demostrar al mundo el deseo sincero de compartir las ventajas del desarrollo y afrontar el futuro con confianza, al lado de otras naciones". Y Rogge intercambió elogios con los anfitriones y habló de unos Juegos que serán "históricos" porque "dejarán una gran herencia en China, una nación en transición, con un gran futuro, un tremendo potencial y algunos retos. Creo que la historia contemplará los Juegos como un hito en la significativa transformación de China"
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