LA VOZ DE ASTURIAS
Aida Valcuende Oviedo
La Operación Galgo, de la que cada semana saltan a la luz pública nuevas informaciones, está siendo un auténtico quebradero de cabeza para los atletas que entrenaban a las órdenes de los técnicos implicados en la trama de dopaje. Es el caso de la velocista ovetense Estela García que, privada de su técnico Manuel Pascua mientras dure la investigación, estrenó el año con una sesión de trabajo dirigida por José Luis Martínez, actual director de la Escuela Nacional de Entrenadores, que hace años tuvo a su cargo a los mejores decatletas españoles, incluido el subcampeón olímpico Antonio Peñalver.
La jornada de ayer fue la primera para Estela García con Martínez. La atleta asturiana, que ya “conocía” a su nuevo entrenador, destacó “su gran experiencia en la profesión”. García señaló que tiene grandes proyectos para el 2011 y sólo pide al año nuevo “tranquilidad” para que pueda cumplir todos sus objetivos, entre ellos, los campeonatos de España de 100 y 200 metros y el Campeonato del Mundo de atletismo al aire libre en Corea del Sur, donde espera participar como integrante del equipo nacional de relevos con el que la pasada temporada consiguió un flamante sexto puesto en el Europeo.
Otros discípulos de Pascua o su mujer siguen sin tener un profesional cualificado para seguir con su preparación. Reyes Estévez, Antonio Jiménez Penti, Eugenio Barrios o Miguel Quesada son algunos de los atletas que continúan con la búsqueda de entrenador, aunque la Federación Española de Atletismo sigue haciendo intensas gestiones a este respecto.
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