miércoles, 10 de septiembre de 2008

'Una tomadura de pelo' muy seria


De que Lance Armstrong sigue en plena forma dan fe, además de Kate Hudson -su última conquista, la mujer que le ha proclamado nuevo "dios del sexo"-, algunos de sus antiguos colegas, como su compatriota Bobby Julich, pero sobre todo su primer entrenador, Chris Carmichael. "No sé si alguna vez lo vi tan motivado. Es consciente del reto que tiene entre manos y no puede perder tiempo", aseguró. Para otros, como Pierre Ballester, coautor de 'LA Confidential: los secretos de Lance Armstrong', su regreso resta aún más la escasa credibilidad que le queda al ciclismo.

"El 85% de las personas interrogadas en una encuesta ya no creen en el Tour de Francia", explica Ballester, uno de los dos hombres, junto con el británico David Walsh, que en su libro aportó supuestas evidencias del dopaje de Armstrong durante su reinado en la carrera francesa. Si de verdad vuelve a correr el Tour, será una tomadura de pelo".

Para Ballester, el regreso a la competición del heptacampeón de la carrera más prestigiosa del mundo supone "el colmo de la arrogancia, remover sus escándalos. Debe de estar muy aburrido para plantearse este tipo de desafíos", asegura en el diario 'L'Express'.

Para Carmichael, más que una cuestión de tedio, se trata de la necesidad de recuperar un ritmo de vida disciplinado. Además, Armstrong ha encontrado el momento ideal para regresar ahora que su fundación se ha asentado -las pulseras amarillas con el lema 'Livestrong', a un euro, superan ya los 50 millones de unidades vendidas-, que sus tres hijos ya han alcanzado la edad escolar y que sigue soltero.

Horas de gimnasio antes de entrenarse en altitud
Carmichael explica también parte del programa de preparación seguido por el ciclista. "Ha competido en tres maratones -siempre por debajo de la tres horas-, y con la bicicleta no ha dejado de participar en pruebas locales". Hasta el momento, su entrenamiento se basa en trabajo de gimnasio para recuperar la musculatura, pero a partir de enero todo el esfuerzo se concentrará en la bicicleta".

El entrenamiento en altitud constituye también una parte fundamental en la recuperación del corredor para la alta competición. Por eso, recientemente ha comprado una casa en Aspen, Colorado. Cuando no vive allí y regresa al nivel del mar, duerme en una cámara hipobárica que mantiene bajos niveles de oxígeno similares a los de la alta montaña.

Sus antiguos compañeros no dudan de que Armstrong no volverá a subirse en la bicicleta para quedar segundo. George Hincapie, uno de sus fieles gregarios durante el mes de julio, sigue defendiendo el papel desempeñado en el ciclismo por su líder: "Nadie como él ha aportado tanto a este deporte, sobre todo en EEUU", asegura.

Lambot y Poulidor, la inspiración
El británico Roger Hammond resume el sentir de la mayoría del pelotón actual. "Sí, de acuerdo, tiene 37 años, pero sigue siendo un atleta excelente y tiene toda la experiencia del mundo", explica. "Fabio Baldato, con 39 años, ha finalizado este año entre los 10 primeros de la París-Roubaix". Y aunque la clásica de las clásicas casi siempre fue una carrera ideal para rodadores veteranos, existe, en la prehistoria del ciclismo, el caso de un campeón del Tour con 36 años. El belga Firmin Lambot sumó su segundo triunfo en 1922. Años más tarde, el gran Raymond Poulidor finalizó segundo en 1974 con 38 años y tercero en 1976, con 40.

Bobby Julich, retirado recientemente, aseguró a la cadena ESPN haber visto a Armstrong "en excelente forma" el pasado verano en Niza. "No tengo ninguna duda de que llegará bien preparado al Tour. No tendrá ningún problema en el aspecto físico, es el tipo más duro que he conocido nunca". Y reflexiona: "Quizá, al ver a antiguos compañeros suyos como Levi Leipheimer, tercero el año pasado, o Christian van de Velde, quinto en la última edición, echa de menos la carrera. Quizá hace todo esto porque el Tour le necesita tanto como él necesita el Tour".

¿Regreso con Astaná?
Ballester denuncia que, al contrario que a otros que nunca dieron positivo y fueron inhabilitados, en su caso nunca ha existido sanción alguna. "Todo esto debe pesar sobre la conciencia de los organizadores, sobre todo si regresa con el equipo Astaná, vetado por la organización este año tras los casos de dopaje en 2007 de Alexandre Vinokourov y Andrei Kashechkin.

El equipo dirigido por Bruyneel ha contratado al respetado investigador danés, experto en la lucha antidopaje, Rasmus Damsgaard. Armstrong, además, se plantea crear un programa de análisis independiente de la UCI, la AMA y el Tour. Y es que al texano, todas las sospechas no hacen sino motivarle más, sobre todo desde que el diario 'L'Équipe' publicara el 23 de agosto de 2005, semanas después de lograr su séptimo Tour, su supuesto positivo por EPO en varias de las muestras congeladas en 1999, cuando aún no existía un método fiable para la detección de la EPO.

El director de la 'Grande Boucle', Christian Prudhomme, se ha apresurado a declarar que si Armstrong cumple las actuales reglas, como el 'pasaporte biológico', no tendrá más remedio que aceptar su concurso. Igual que el de Ivan Basso, el 'fenómeno' italiano que cumplirá la sanción por su supuesta implicación en la 'operación Puerto'. El duelo tan esperado podría producirse al fin en 2009. El director del equipo CSC -antiguo equipo de Basso-, Bjarne Riis, envía un consejo al estadounidense: "Cuando uno ha ganado tanto como él, sólo tiene que perder".

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