martes, 1 de marzo de 2011

La conversión de Odriozola


IGNACIO ROMO


No me fío de Odriozola. He dejado escrito varias veces que, en asuntos de dopaje, nunca quiso mirar. Actúa siempre a posteriori, con la corriente. Habla siempre de hematocritos de 52 y 53 y 54, pero cuando ya han dado positivo por EPO. Lo que habrá visto este hombre, cifras de trombosis, cuando la sangre se convierte en barro. En diciembre dijo en rueda de prensa que se investigaría de forma retroactiva a Marta Domínguez. Ahora dice que aquí todos le parecen inocentes, salvo en temas fiscales.
Esta semana necesita medallas. Por eso ha convencido repentinamente a Nuria Fernández para que cambie de planes y compita este fín de semana en los 1.500 metros de los Campeonatos de Europa de pista cubierta. La mediofondista no quería. Pero acaba de ponerle encima de la mesa una beca, justo después de que se la retirara el plan ADO.
Las ideas de Nuria para este invierno eran otras. Tranquilidad y kilómetros. La madrileña, con todo lo que lleva encima, simplemente quería mejorar su resistencia aeróbica y competir en pruebas largas, de campo a través. Su nuevo entrenador, Antonio Postigo, es el hombre ideal para mejorar su resistencia de base.Pero Nuria se ha puesto en forma. Ganó el domingo el Nacional de cross tras un duro sprint, muy físico, con Diana Martín (hay quien dice que Fernández le arreó un buen codazo). A Odriozola se le hizo la boca agua y ahora la necesita. La distancia ideal, con el kilometraje que lleva encima Nuria, habrían sido los 3.000 metros, pero ahí el cupo de tres atletas por prueba ya está lleno con Loli Checa, Paula González y Sonia Bejarano.
Odriozola se ha encastillado en los últimos días. Ha cambiado el paso y hasta ha cruzado al otro lado del río. El mismo hombre que convenció a Nuria de que no debía acudir a la Gala del Atletismo a recoger su premio a la mejor de 2010 se sitúa de repente a su lado. No le ha gustado la decisión del plan ADO de congelar todas las becas a los galgos hasta que se demuestre que no se han dopado en el pasado. El hombre que dirige el atletismo español desde hace 23 años (y que ha anunciado que piensa estar otros seis como presidente si es reelegido en 2012) ha decidido desafiar a Jaime Lissavetzky. Si no hay becas del ADO, las becas las pongo yo, del dinero de la federación, parece decir. Mientras el CSD solicita las pruebas a la juez, Odriozola se desmarca ahora y habla de la “inocencia” de todos los implicados. El largo abrazo a Nuria tras su victoria del domingo fue un mensaje para todos. Aquí no ha pasado nada. Y si ha pasado, vamos a aplazarlo todo al máximo.A la vista de las inscripciones anunciadas, los 1.500 metros van a ser una prueba asequible para Fernández. Deberá luchar por el oro con las polacas Ejdys y Plis, las inglesas Smith y England y la rusa Martynova. Ninguna de ellas tiene mejor marca que la española en pista cubierta. La única incógnita es el ayuno de pista que acusa este invierno la madrileña. Nuria no ha competido sobre el tartán desde hace medio año, cuando se proclamó campeona de Europa en Montjuïc.¿Cómo recibirá el resto de la selección a Nuria? ¿Qué acogida le brindará el público de París? El ambiente en el equipo español no va a ser el idóneo. Son muchos los que desconfían de los galgos. La lentitud de los procesos judiciales parece haber parado el tiempo en las pistas y las sospechas se alargan como la sombra de un ciprés. El daño causado por el técnico Manuel Pascua se prolonga y su efecto tomará forma este fín de semana en dos atletas. La velocista Luz Murillo y la mediofondista Nuria Fernández intentarán redimirse con una buena actuación. Siempre les quedará París.

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