JOSÉ MANUEL MORENO. (Con información de www.thestar.com)
Priscilla Lopes-Schliep está acostumbrada a saltar vallas. De hecho, fue medallista de bronce en Pekín 2008 y plata en Berlin 2009. Su progresión continuó el año pasado, siendo la primera del ránking de 2010, con una gran marca de 12.52. Su mejor regitro data de 2009, cuando corrió los 100 vallas en 12.49 en la reunión de Bruselas. Pero ahora tiene el obstáculo más dulce y decisivo en su vida para llegar en plena forma a su objetivo más deseado a sus 28 años: el oro de Londres 2012. Está embarazada y se espera que tenga el bebé sobre el 23 de septiembre. Lopes-Schliep tuvo un quiste de ovarios en 2007 que le hizo temer por no tener descendencia, junto a su marido, el ex baloncestista de la Universidad de Nebraska, Bronson Schliep, pero ahora todos sus problemas se han transformado en feliz realidad. No podrá estar en Daegu, un alivio para LoLo Jones, Vonette Dixon y demás rivales en las pistas, pero será mamá, que es lo que más deseaba del mundo y podrá además luchar en igualdad de condiciones por subirse al podio en Londres. Sabido es el fenomenal rendimiento que suelen tener las atletas después de dar a luz. No en balde, y según un estudio de la Universidad de Western Ontario, una atleta de élite suele tardar entre 12 y 15 semanas a su capacidad habitual, tras un parto de bajo riesgo. Paula Radcliffe o Kim Clijsters son vivos ejemplos de deportistas que mejoraron incluso después de ser madres. Suerte para esta gran campeona.
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