Alvaro Roca Cabeza Marca.com
Si no es por Olmedo y su gran exhibición en los 1.500, el Europeo de París hubiese sido recordado por Nuria Fernández y la polémica decisión de Odriozola de incluirla en la lista. Desde España me ha dado vergüenza ajena las declaraciones de algunos atletas contra una 'compañera' que nunca ha dado positivo. El que tenga alguna prueba contra Nuria que lo denuncie, pero hasta que se demuestrelo contrario la nueva subcampeona de Europa es inocente. Le pese a quien le pese.
Deportivamente hablando la cita de París ha estado marcada por Teddy Tamgho y su nuevo récord del mundo de triple. El francés, que entrena en España con el mito cubano Iván Pedroso, voló hasta los 17.92 para mejorar en un centímetro su anterior plusmarca mundial. Parece ya esclarecido que el galo, de tan sólo 21 años, es el elegido para arrebatar al gran Jonathan Edwars uno de los récords imposibles del atletismo al aire libre. Nada más y nada menos que 18.29 saltó el británico en 1995. Quien sabe si en los Mundiales de Daegu el joven francés podrá unirse al selecto club de los 18 metros.
Como no podía ser de otra forma la final de los 60 metros volvió a recoger todas las miradas. El ídolo local y el atleta blanco más rápido de la historia el francés Christophe Lemaitre salió derrotado en la batalla contra Obikwelu y Chambers. El joven francés volvió a dejar claro que los 60 se le quedan muy cortos y aún tiene que mejorar en su salida para competir con los grandes velocistas.
El botín español
El medio fondo volvió a salvar la honra nacional. Olmedo, que representa toda la frescura que necesita el atletismo español, se erigió como el mejor de Europa con un final impulsado gracias a sus enormes dotes de 'ochocentista'. Del 800 se esperaba más. Kevin López cumplió y Marco se quedo sin una medalla que llevaba su nombre por un inoportuno tropezón.
La que siempre cumple -como la vamos a echar de menos después de Londres- es Ruth Beitia. La cántabra, que sufrió de lo lindo para meterse en la final, sacó el domingo su carácter competitivo y acabó colgándose la plata en salto de altura con su mejor marca del año (1.96). Ojalá todos compitiesen como ella. La plata de Nuria Fernández, que en mi opinión hubiese oro con la preparación adecuada, cerró el medallero español en la cita francesa.
Aunque todavía es muy joven y tiene que aprender a competir, mi mayor decepción fue Eusebio Cáceres. El alicantino me encantó en los Europeos de Barcelona y la expectación por ver de lo que era capaz de hacer en París fue enorme. Sin embargo, la mayor promesa de nuestroatletismo se quedó en unos pobres 7,83. Aún así sigo pensando que Eusebio tiene las piernas para hacerse un hueco entre los grandes del salto de longitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario