domingo, 28 de agosto de 2011

"EL SECRETO ESTÁ EN LOS NUGGETS"


Daniel Muñoz | Madrid


"No encuentro palabras para explicarlo. Siento como si fuera a llorar. Creedme, he estado rezando por este momento toda mi vida". Ser campeón de los 100 metros era el sueño de una vida y ahora a sus 21 años, Yohan Blake (Saint James, 26-12-1989) también tiene dos récords de precocidad. El jamaicano fue el más joven en bajar de los 10 segundos en los 100 metros y ahora se ha convertido en el campeón del mundo del hectómetro con menos edad. Su ambición no acaba aquí y su deseo es ser una leyenda en la pista para poder ayudar a la gente en el mundo. Además de ser un gran velocista, el campeón del mundo es un 'loco' del críquet y un enamorado de los nuggets de pollo. Algo que siempre cumple antes de una gran cita. En Pekín, junto a Bolt, se dio un atracón de pollo con el atleta más rápido del planeta, en Daegu repitió. Para él, el secreto de todo está en los nuggets.
"Mi objetivo es trabajar para llegar a lo más alto. Ahora vienen los Juegos Olímpicos y desde ahora, sólo pienso en eso. Hay una cosa que llama cuando estoy corriendo, ayudar a la gente. Cuando pienso en las cosas que suceden en África, Haití y los demás sitios, quiero ser una leyenda del deporte para realmente ayudar a esas personas. Al correr todas estas cosas están en mi cabeza y me concentro en una cosa: la victoria". Esa es la meta como deportista del actual campeón de los 100 metros.
Con el oro en Daegu lo tiene un poco más fácil. "Desde que llegué a Daegu, no he podido dormir, he estado soñando con esta carrera, teniendo pesadillas... Siempre rezando y pensando en la prueba. Sabía que haría esto un día pero no esperaba que fuera hoy", afirma Blake. "Estuve tranquilo. Sabía que podría alcanzar a Collins porque mi última fase de la carrera es de locura". Ya es campeón del mundo de los 100, el más joven en conseguirlo.
El jamaicano sólo piensa en ser algún día el más rápido del mundo. En Daegu consiguió el oro gracias a la descalificación de Usain Bolt y la baja de Tyson Gay pero espera algún día estar entre los más grandes. "Nunca sabremos lo que podría haber pasado", dice Blake.
Yohan Blake también fue protagonista en el Mundial de 2009 de Berlín. Allí, el atleta fue suspendido por su Federación y no pudo correr los relevos 4X100 y 4x400 debido a que dio positivo por metilxantina. Junto a él, otros dos corredores que tuvieron que cumplir una sanción de tres meses: Marvin Anderson y Sheri-Ann Brooks. La sustancia no estaba reconocida como dopaje por la AMA pero la Federación jamaicana decidió excluirle de los campeonatos y suspenderlo tres meses.
90 días sin competir pero si entrenando, algo de lo que Yohan Blake no puede prescindir. "No entrenar es demasiado para mí, siempre lo hago, es como un juego", dice el jamaicano. El campeón Mundial del hectómetro es el compañero de entrenamiento de Usain Bolt. Y no es la única afición que comparte con el más veloz del planeta. "Ayer, nos comimos muchos nuggets... antes de los Juegos de Pekín, Usain se comió, por lo menos, cinco bolsas de nuggets de pollo... me pregunto si el secreto está en los nuggets", bromea Blake sobre los gustos que comparte con Bolt.
El único logro que había conseguido hasta ahora Yohan Blake era una medalla de bronce en los campeonatos del Mundo júnior en 2006. Tres años antes de que le sancionaran por dopaje en 2009, un incidente que siempre le va a perseguir aunque la sustancia no fuera reconocida ilegal para la AMA. Ahora es el campeón del mundo de los 100 y tiene la oportunidad de empezar a cumplir su sueño.

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