miércoles, 17 de agosto de 2011

SERGIO SÁNCHEZ DESCRIBE LAS CURIOSAS RAZONES POR LAS QUE RENUNCIA AL MUNDIAL


Carlos R. Galindo Sport.es

Sergio Sánchez apenas pudo disfrutar veinticuatro horas de la convocatoria para el Campeonato del Mundo que empezará la próxima semana en Daegu (Corea del Sur). Al día siguiente del anuncio de la Federación Española decidió renunciar por los problemas en el tibial que le llevaban por la calle de la amargura desde el pasado mes de mayo y que le obligaron a infiltrarse. Esa fue la causa principal aducida por el atleta. Pero hay otra razón oculta detrás: el miedo a embarcar en un avión (que no a volar): “Cuando me veo en ese tubo alargado, rodeado de tanta gente, me pongo a morir. No sé... Es como si me ahogara. Me entra sensación de asfixia. No lo aguanto”, explicó a este diario. “Y Daegu está demasiado lejos”.
El leonés, que milita en las filas del FC Barcelona, quiso aclarar: “me encanta volar. De hecho, me estoy sacando el título de piloto de avión. Otra cosa es cuando llega el momento del embarque. Ahí sí que lo paso mal”. Recordó una reciente experiencia: “Tenía que viajar al mitin de Mónaco. Facturé la maleta... pero al entrar en la pasarela que da acceso al avión (finger, en inglés), di media vuelta y me quedé en la terminal. No pude subir al aparato. La maleta, lógicamente, sí que se fue. Tomé el coche desde el mismo aeropuerto de Madrid y viajé hasta Barcelona para correr en Montjuïc. Como no tenía ropa ni zapatillas, me las tuvieron que prestar. He de superar ese miedo, lo sé”.
Ha dado su temporada por acabada. Pero no por ello, Sergio Sánchez deja de ser noticia. Ayer mismo vertió duras críticas contra Jesús España y su entrenador (Dionisio Alonso) en su página facebook: “Tiene muy buena imagen. Yo siempre le he profesado un enorme respeto y le he deseado suerte antes de las competiciones. Es el típico atleta que nunca se 'sale de madre'. Pero de un tiempo a esta parte, todo se ha acabado. De hecho, al término del pasado Campeonato de España y cuando cruzó por línea de meta me señaló de forma despectiva. No me gustó nada su gesto. Hay que saber ganar y también perder. No me habla; él sabrá por qué. Lo cierto es que hay que ser más humilde...”, dijo.
Le pregunto si la 'nada del resto y menos, sin aportar pruebas. Me refiero a gente como Marta Domínguez, por ejemplo. Hay que dar un margen de confianza. El entrenador de Jesús España fue muy duro. Nos quiso meter a todos en el mismo saco. Y yo no me callo. No señor... A mí no me calla nadie. Ya lo demostré con Lissavetzky, aunque me sancionaron un mes por las cosas que dije. El atletismo es mi trabajo pero tengo una vida al margen de este deporte y afortunadamente, puedo vivir sin correr. Eso me da más libertad para decir lo que pienso. A mí no me compran por mil euros. Vuelvo a insistir: a algunos les molestaba que Marta fuese la número uno”.
Sabe que es un sospechoso habitual aunque nunca ha dado positivo: “Gané en el Mundial en sala de Catar con 45 o 46 de hematocrito. Y en Venta de Baños derroté al campeón del mundo de cross con 44. Quien tenga dudas, que mire mis parámetros. Además, la IAAF me ha incluido en la lista de atletas con pasaporte biológico. Así pues, soy el atleta más controlado de España. Tampoco entiendo por qué estamos algunos en esa lista y otros, en cambio, no. Es como si pusieran a Jaime Alguersuari y no a Fernando Alonso. No tiene sentido. Alguien me lo tendrá que explicar”.

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