miércoles, 31 de agosto de 2011

SABOR AMARGO ENTRE VALLAS (EN CUBA PIENSAN QUE FUE JUSTA LA DESCALIFICACIÓN)



Harold Iglesias Manresa
www.cubasi.cu

Difícil para un amante de los deportes experimentar dos sensaciones tan contrarias en menos de una hora como parte del XIII Campeonato Mundial de Atletismo en Daegu: la gloria por ver al campeón olímpico y recordista universal Dayron Robles (12.87) imponerse en la final de los110 metros con vallas, y luego la noticia de su descalificación. Un trago amargo en el que se diluyeron sus 13.14 segundos y se le antojó esquiva una vez más la corona en este tipo de lides.
La IAAF lo descalificó basándose en la regla 163.2 (por obstrucción), criterio refrendado además por el juez de pista, luego de que el equipo chino presentara una reclamación al considerar que Robles había tocado con su mano derecha dos veces el brazo izquierdo de Liu Xiang, desequilibrado en la penúltima valla para acabar en el tercer lugar cuando luchaba por la primera posición con Robles.
«Es algo que puede pasar en las vallas porque vamos todos muy juntos», había dicho Robles antes de ser descalificado cuando fue preguntado por el forcejeo con el chino.
Me cuesta todavía creerlo, pero fue justa la descalificación. En la que pintaba como la final más competitiva del Mundial, con los tres hombres más rápidos de la historia situados en los carriles centrales —siempre reservados para los corredores de mayor casta y tiempos más veloces—. De ahí que Jason Richardson (13.11 en semifinales), David Oliver (13.40), Robles (13.32) y Xiang (13.31) ocuparan las líneas de la tres a la seis. A partir del séptimo obstáculo, cuando Robles y Xiang pugnaban por la punta y ambos estaban bien pegados al límite de sus respectivas líneas, se desató el incidente.
Lo cierto es que a la altura de la novena valla Dayron agarró a Xiang, en un gesto de braceo fuera de lo normal, apartando la presión que genera una «guerra» crucial como esa, y máxime tratándose de un vallista tan técnico como el guantanamero. Este encontronazo de brazos se repitió saliendo de la décima, del cual Robles salió mejor parado, pues le sacó un cuerpo a Xiang al cruzar la meta. Lo cierto es q ambos se vieron perjudicados, y como consecuencia, perdieron la concentración y el ritmo.
Tras la descalificación, el estadounidense Jason Richardson (13.16), se hizo con el título, mientras Xiang (13.27), se llevó la plata, y el bronce fue al cuello del británico Andrew Turner (13.44).
El equipo cubano apeló la decisión, que fue desestimada por la IAAF.

LOS IMPLICADOS DAN VOCES
El entrenador de Robles, Santiago Antúnez, afirmaba que el incidente no podía conllevar una descalificación.
«Llevo mucho tiempo en el atletismo y en las vallas y es muy difícil que no haya contacto. Dayron ha tenido contacto, Liu también, todos los vallistas alguna vez han tenido contacto de alguna forma», dijo Antúnez.
Sin embargo, Xiang no quiso polemizar, y lamentó el incidente. «Es la primera vez que me pasa. Sentí contacto y perdí el equilibrio a esa altura decisiva, eso es lo que pasó. Siento mucho esta situación con Dayron porque somos amigos, realmente no sé qué decir», explicó muy deportivo.
Así se desvanecieron los sueños de muchos, entre los que me incluyo, de ver la final más competitiva del Mundial con los tres hombres más rápidos de la historia: Robles, Xiang, campeón olímpico en Atenas-2004 y mundial en Osaka-2007, y el estadounidense Oliver, que había hecho la mejor marca de la temporada (12.94). Paradójicamente, emergió rey el texano de 25 años Richardson, quien se presentó en Daegu con dos títulos de110 metros con vallas y 400 metros en el Mundial junior de 2003.
«Esta victoria tiene un sabor agridulce, ya que nunca quieres ver a alguien tan talentoso como Robles ser descalificado, pero hay reglas que hay que respetar», afirmó el sorprendente campeón.
«Realmente esperaba hoy una mejor carrera porque tenía a los mejores atletas de 110 m con vallas a mi lado, pero choqué al igual que Liu Xiang en la novena y décima valla y no lo esperaba (...)», manifestó el cubano.
«No me gustó mi técnica de hoy... Yo estaba enredado con Liu Xiang en el último obstáculo, pero me siento muy bien ahora», agregó el actual monarca olímpico.
Hoy, sigue siendo inverosímil la noticia, Cuba y gran parte del mundo está conmocionada, pero la IAAF aplicó el reglamento con objetividad.
A todos los que tenemos fe en Dayron y confiamos en su sobrada calidad como atleta nos queda el sinsabor, pero la certeza de que muchas otras carreras exitosas nos aguardan. Por el momento, nos queda avistar en el horizonte el estadio olímpico de Moscú, escenario que acogerá la XIV edición en el 2013, escenario al que Dayron llegará con 27 años y… la pista se encargará de decir la última palabra.


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