lunes, 21 de octubre de 2019

AUSTRALIA HONRA POR FIN A PETER NORMAN


MANU GRANDA
El País.com

Hay pocas imágenes más potentes en el mundo del deporte que la que protagonizaron Tommie Smith y John Carlos tras ganar la medalla de oro y bronce, respectivamente, durante la carrera de 200 metros en los Juegos Olímpicos de 1968 en México. Ambos agacharon la cabeza y alzaron un puño, uno el derecho y el otro el izquierdo, con un guante negro mientras sonaba el himno estadounidense. Es una foto tan famosa, que con esta simple descripción a cualquiera se le viene a la cabeza sin necesidad de buscarla en Google.
Pero en esta imagen hay una persona que pasó más desapercibida para el gran público. Peter Norman, un blanco del sur de Australia, que acabó segundo en esa carrera estableciendo un récord aún vigente para el deporte de su país, con una marca de 20,06 segundos, decidió apoyar a sus compañeros en el podio. Norman se puso en el pecho una pegatina a favor del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos (OPHR, en sus siglas en inglés). Él, al igual que sus compañeros afroamericanos Smith y Carlos, fue repudiado por los medios y las autoridades de su país. Australia, en ese momento, era un lugar profundamente racista donde imperaba la llamada “Australia blanca”, una serie de leyes que buscaban privilegiar a la población blanca de origen europeo sobre el resto.
“La idea de que Norman la llevara [la pegatina] fue de John Carlos y él también quiso llevarla sobre el escudo del comité australiano. Yo conocía la historia de Australia sobre cómo habían tratado a los aborígenes. Sabía que eso podía ser un problema para él, porque se interpretaba que estaba de parte de los negros de Estados Unidos. Y eso fue lo que sucedió. Como a nosotros, le echaron de la Villa Olímpica, abusaron de él en su país, le apartaron socialmente”, explicó Tommie Smith a EL PAÍS en una entrevista en 2008.
Norman nunca más pudo volver a formar parte del equipo olímpico australiano. Ni siquiera fue invitado, 32 años después, a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. El hombre blanco de esa foto inmortal murió en 2006. El día de su funeral en Melbourne, el 9 de octubre, la Federación Estadounidense de Atletismo declaró que esa fecha sería recordada como el día de Peter Norman. Su féretro fue llevado por John Carlos y Tommie Smith, sus compañeros de podio, con los que mantuvo una gran amistad desde la famosa foto del Black Power.
Ahora, 13 años después de su fallecimiento y 51 de su medalla de plata en México, el Estado de Victoria, en el sur de Australia, ha erigido una estatua en su honor en la ciudad de Melbourne, frente al Lakeside Stadium. “Reconozco que se debería haber hecho más en el pasado en honor a Peter. Iniciativas como esta estatua son un gran paso adelante”, señaló Darren Gocher, director de la Organización Deportiva Nacional de Australia, durante el acto en el que se descubrió la figura del corredor.
A la ceremonia asistieron la hija, la madre y el entrenador de Norman. “Nunca obtuvo este reconocimiento cuando volvió a casa, le hubiese encantado tenerlo”, dijo Thelma, la madre del corredor, emocionada ante los medios de comunicación australianos. En ese sentido, su entrenador, Neville Sillitoe, señaló que Norman recibió un trato “malo” después de aquella foto, “lo que podía resultar muy triste”. “Peter Norman defendió a la humanidad hace 51 años y es muy importante que las futuras generaciones conozcan su historia de fuerza y decencia”, añadió Stephen Dimopoulos, miembro del Parlamento de Victoria.
Hoy, medio siglo después de esa foto y de su récord nacional de 200 metros, debajo de su estatua, una placa reza lo siguiente: “La valiente postura de Peter en solidaridad con los estadounidenses Tommie Smith y John Carlos en el podio, después de la carrera, será para siempre uno de los momentos deportivos más emblemáticos de Australia, con un lugar especial en la historia olímpica. Peter Norman, te saludamos”.

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