domingo, 6 de octubre de 2019

CHERUIYOT TRITURA A SUS RIVALES EN LOS 1.500 METROS

TOMÁS CAMPOS
Marca.com

Los medios europeos, siempre sedientos de nuevos héroes blancos, esperaban con expectación comprobar de qué era capaz Jakob Ingebrigtsen tras su sensacional doblete (1.500-5.000) en el Europeo de Berlín del pasado año. Algunos pensaban que era el elegido para poner fin a la 'tiranía' africana en las pruebas de mediofondo pero a la hora de la verdad ha surgido la gigantesca figura de Timothy Cheruiyot, plata hace dos años en Londres tras el hoy ausente por lesión Elijah Manangoi.El keniano, que siempre corre a degüello, dejó en un segundo plano la exhibición de ayer de Sifan Hassan en la misma prueba con un triunfo que fue más una trituradora de rivales que una carrera.Cheruiyot, que llegaba a Doha como el único hombre capaz de bajar de 3:30 este año, tomó la cabeza de carrera desde la salida y fue incrementado la cadencia y amplitud de su elegante zancada keniana hasta 'ganar' la prueba cuando aún faltaban casi 300 metros, porque el hueco que había abierto con sus rivales era de 30 metros.Al final, se impuso con una marca de 3:29.26 (en la segunda final más rápida tras Sevilla 1999), con la mayor ventaja de la historia sobre el segundo clasificado (dos segundos y 12 centésimas), el argelino Taoufik Makhloufi, que con un crono de 3:31.38 ganó la 'otra' carrera de 1.500 aventajando por apenas ocho centésimas a Marcin Lewandowski, que hizo récord de Polonia.La medalla de chocolate fue para Jakob, con 3:31.70. El genial adolescente noruego, que buscaba convertirse en el medallista más joven de la historia en el 'milqui' de un Mundial (tiene 19 años y 17 días), se va de Doha además con un quinto puesto en el 5.000. Sin duda una gran actuación, pero lejos de lo que soñaban ver algunos.
Kenia, en definitiva, sigue marcando el paso en el 1.500 con su quinta corona seguida.

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