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El
estadio Khalifa estaba abarrotado de qataríes para ver a su ídolo, Mutaz Essa
Barshim, cuando de repente en el marcador apareció WR (récord mundial). No era
en el foso de altura, sino en el anillo. Dalilah Muhammad batía el primer tope
individual (se logró en el 4x400 mixto) de los Mundiales de Doha. Ya lo había
hecho una vez en 2019. Conocía el camino. La estadounidense recorrió los 400
metros vallas en 52.16 y tumbó los 52.20 fijados en los Trials de Estados
Unidos de Des Moines (Iowa), allá por julio. Se dudaba si podría aguantar la
forma, pero lo consiguió. Ganó a la prodigio Sydney McLaughlin, de 20 años,
que se quedó en 52.23, la tercera marca de la historia.
Salieron
como proyectiles las dos norteamericanas, y McLaughlin más rápida, con la
referencia de Muhammad. La joven, estrella en redes sociales, había ganado las
últimas veces la partida a esta neoyorquina de 29 años. Pero la decisiva se la
llevó Muhammad, con una carrera mucho más compensada, en la que entró primera a
la última recta y aguantó el ataque de Sydney. “Sentí que se que me acercaba en
la novena valla y tuve que dar todo”, decía la campeona.
“Esto es fantástico, fue una carrera
buenísima”, explicaba Muhammad, campeona olímpica en Río 2016 y plata mundial
en Moscú 2013 y Londres 2017. Le faltaba este oro, que acompaña con 100.000
dólares del récord mundial. “Esto significa mucho para mí, es difícil de
describir. Sólo quería el título, pero superar la plusmarca mundial es fantástico.
No termino de asimilarlo”.
Perpleja
estaba McLaughlin, que nació y vive muy cerca de Muhammad, en Nueva Jersey, y
es icono de las marcas comerciales, que se peleaban por contratarla cuando
acabó la universidad. Ya figuró en carteles en Times Square. Pero el mainstream
no entra en esto.
“Sé
qué salí rápido, pero no a tanta velocidad. Soy joven y cada día en una gran
competición es una experiencia”, contaba. Y se consolaba: “Al menos hay dos
medallas de EE UU”. Otro alivio: en cualquier final mundial y olímpica habría
ganado el oro con esa marca... Sólo que se topó con Dalilah Muhammad.
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