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La
de Nia Ali es una de las historias de los Mundiales de Doha. Con 30 años y
madre de dos hijos, nunca había ganado un título en los 100 metros vallas al
aire libre y lo consiguió al imponerse en 12.34 (marca personal) a su
compatriota Kendra Harrison y a la jamaicana Danielle Williams, líder del curso
que pagó una mala salida.
Ali,
plata olímpica en Río 2016, se destacó pronto y mantuvo su ventaja ante el
acoso de sus rivales. No se lo podía creer y lo celebró por todo lo alto con
sus chiquillos a cuestas en la vuelta de honor a la pista del estadio Khalifa.
"Tener
hijos nos hace más fuertes", había dicho Ali el pasado mes de julio.
"No hay nada que te haga más débil en esa circunstancia, así que no sé qué
puede hacerle pensar a una persona que no pueda conseguir lo que quiera y tener
éxito", dijo sobre el hecho de ser madre, como la velocista jamaicana
Shelly-Ann Fraser-Prize, la legendaria Allyson Felix o la marchadora china Liu
Hong. Nia no escondió su felicidad, como la costarricense Andrea Carolina
Vargas, quinta y récord nacional (12.64).
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