sábado, 25 de diciembre de 2010

"LUCHARE POR MI SUEÑO: EL ORO EN LONDRES 2012"



Alberto Martínez As.com

Su agenda ha estado cargada de compromisos. Es la mujer de moda del deporte español. Mireia Belmonte les desea a todos los lectores de AS unas felices fiestas. La reina de Dubai analiza su éxito y explica sus deseos para un futuro esplendoroso cuya primera meta es Londres 2012.
El día está frío. Las gotas caen con fuerza contra el suelo, pero los tacones de Mireia Belmonte retumban en la entrada del CAR de Sant Cugat. La triple campeona del mundo avisa antes de aparecer a la vista de algunas jóvenes deportistas que esperan en recepción. Derrocha elegancia. Abrigo gris, vestido corto y un extenso maquillaje que cubre su cara sonriente: "Vengo de la televisión. No me he quitado el maquillaje. Aún no he podido ver a mis amigas... ¡Quiero volver a la rutina!", suplica con gracia y complicidad, en una de las decenas de entrevistas y compromisos que tiene desde que llegó de Dubai el pasado lunes. Todo es nuevo para Mireia, acostumbrada a la privacidad de la natación, un deporte de mucho sacrifico en la sombra y de poco lucimiento al sol de la competición. "Es normal que se haya creado tanto revuelo. No es habitual que un nadador consiga tantos éxitos. Espero que a partir de ahora todo sea mejor".
El martes, en medio de una vorágine de llamadas, citas y homenajes, Belmonte disfrutó como una niña de una tarde de entrenamientos: "Tenía ya ganas de tirarme a una piscina y de hacer lo que más me gusta. Para mí fue como un descanso". No pierde ritmo la badalonesa, porque ahora le viene una exigencia de aupa. "Quiero disfrutar primero. Si no lo hago ahora, no sé cuándo lo podré hacer. Para Londres queda mucho camino por recorrer y tengo que seguir mejorando". No hay descansos en este deporte.
Piscina corta.
Pese a sus 20 años, Mireia ya cuenta con una dilatada carrera a su espalda, pues lleva compitiendo desde los 16 en grandes citas. Los técnicos de la Federación Española y de la Catalana ya vieron su despunte en pruebas de fondo y de fuerza, pero siempre le había quedado la asignatura pendiente de triunfar en una gran competición, ante los ojos del mundo. "El cambio de entrenador me ha venido muy bien, tanto física como psicológicamente. Estas medallas son el resultado. Estoy muy cómoda y feliz, y estas medallas se las dedico a Vergnoux. Es un entrenador con experiencia y una gran persona". El técnico galo es la clave de un éxito que debe ser sólo el principio de un gran palmarés, cuyo último escalón es "cumplir mi sueño: un oro en Londres 2012. Es el deseo de todo nadador, y espero lograrlo. Lucharé para ello, aunque primero tenemos el Mundial de Shanghai en julio". China marcará el camino.
Las medallas de Mireia despiertan un cierto recelo al haberse logrado en piscina de 25 metros -la olímpica es de 50-, algo así como la pista cubierta en atletismo. Estos Mundiales no son los principales, pero la nadadora del CN Sabadell no quiere que se minimice su proeza.
Rivales.
"Salvo Stephanie Rice (doble campeona olímpica en 200 y 400 estilos), operada de un hombro, todas mis rivales a nivel europeo y mundial estaban en Dubai. No se le tiene que quitar mérito porque fue un torneo de mucha exigencia, aunque no significa que vaya a suceder lo mismo en Shanghai. En corta he rendido muy bien y ahora empezaremos el entrenamiento en piscina olímpica. A ver cómo se nos da".
Inconstante en sus últimas competiciones, con lágrimas vertidas en los Juegos de Pekín 2008 y en el Mundial de Roma de piscina larga (2009), Mireia considera que "de los errores se aprende. También soy más madura, pero siempre he sido la misma y los resultados dependen mucho del momento y de la confianza. Ahora soy más constante en los entrenamientos y eso mejora la competición. Soy muy joven y aún me quedan más Juegos Olímpicos más allá de Londres".
Como un reloj, Mireia tiene que comer en sólo 20 minutos porque le toca entrenamiento a las 14:45 en las instalaciones del CN Sabadell. Con su inseparable Ipod, la ex plusmarquista de 400 estilos vuelve a la calma cuando está cerca de una piscina. Le cambia el rostro y se relajan los músculos. "Mejor esto que los micrófonos", asegura, mientras se junta con sus compañeros y empiezan el entrenamiento junto a Vergnoux, muy próximo y educado con sus discípulos.
La reina de Dubai ("nunca piensas que estas cosas van a suceder", dice) aprovecha para desearle a todos los lectores de AS "una feliz Navidad y espero que en 2011 la natación siga mejorando y no se detengan los éxitos". Mireia disfrutará de la fiestas más felices, pero el día 2 toca la primera concentración del año, en Palma de Mallorca. La cuenta atrás para el Mundial de Shanghai ya ha empezado.

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