sábado, 11 de diciembre de 2010
«Algunas veces Marta hacía cosas raras»
Oviedo, N. L. / Agencias
Si a alguien no le sorprendió la detención de Marta Domínguez y su presunta vinculación en una red de dopaje en el deporte español fue a su ex entrenador Mariano Díez, quien trabajó con la palentina desde 1985 a 2009. Díez señaló que había advertido a la atleta sobre el que iba a ser su nuevo técnico, César Pérez, a quien se le conocía en Madrid como «el camello de la Blume».
El técnico se mostró especialmente duro con su ex pupila y, aunque reconoció que nunca pensó que «pudiera meterse en un follón de este tipo», comentó que el presunto dopaje de la atleta «habría estado dentro de lo posible, pero que se la acuse de trabajar y negociar con sustancias dopantes es increíble, porque son muchos los riesgos que corría y no ganaba nada con ello».
Aunque dice estar seguro de que la palentina no se dopó en todo el tiempo que trabajaron juntos, Díez dijo que «algunas veces Marta hacía cosas raras» y que en ocasiones le sorprendía su rendimiento, «pero yo siempre lo atribuí al entrenamiento que seguíamos», argumentó.
Desde que saltó a la luz pública esta trama han sido muchas las voces que han mostrado su apoyo o su solidaridad a Domínguez, aunque también han sido varios los atletas que se han mostrado críticos y han lamentado que el dopaje salpique continuamente a su deporte, como Chema Martínez, subcampeón del mundo de maratón, quien señaló que «la noticia asusta» y afirmó que «ahora aprovecharán para dar caña al deporte español; hay deportistas intachables y luego otros dispuestos a conseguirlo todo a cualquier precio. A estos hay que perseguirlos».
Luis Alberto Marco, campeón de Europa de 800 metros en pista cubierta, fue mucho más crítico. «Estamos ante otro día negro para el deporte español. Me da asco, me repugna mi deporte cuando salen cosas así pero por otro lado pienso que el atletismo no tiene la culpa, la tiene esa gente que lo está ensuciando, además de robando y manchando a los que luchamos por un deporte límpio», dijo.
Jesús España, subcampeón de Europa de 5000 metros, fue rotundo al señalar que «es un secreto a voces que por fin sale a la luz y muchos nos alegramos enormemente». Por su parte la mediofondista Isabel Macías declaró con firmeza que lo que desean los deportistas es que el atletismo «quede limpio de tramposos. Esta claro que muchos sí nos dejamos la piel en este deporte», defendió antes de reconocer «el duro golpe» que para ellos había supuesto esta operación.
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, no dudó en salir en defensa del deporte español y aseguró que «el 99 por ciento de los éxitos logrados no están manchados por el dopaje».
Lissavetzky, que defendió en todo momento la presunción de inocencia de Domínguez, indicó que «la Operación Galgo demuestra que España está en la vanguardia de la lucha contra el dopaje» y reconoció sentir «mucha tristeza» al ver que hay varios deportistas implicados en esta trama.
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