viernes, 10 de diciembre de 2010
LOS SOSPECHOSOS HABITUALES
FERNANDO CARREÑO MARCA.COM
Yo creo que no es cierto, como se oye decir, que no se aplique la presunción de inocencia en las investigaciones por dopaje. Hay personas a las que se lleva aplicando mucho tiempo. Más de un cuarto de siglo. Como al doctor Eufemiano Fuentes, cuyo nombre aparece cada vez que salta algún escándalo en relación a estos asuntos. Apareció en la Operación Puerto, en la que acabó detenido y liberado bajo fianza de 120.000 euros. Se le incautaron bolsas con sangre y plasma, corticoides, esteroides y casi todo lo existente en el catálogo. Ahí sigue. Estaba relacionado con Walter Virú, el de la Operación Grial. Le han vuelto a detener en la Operación Galgo. Un sospechoso habitual, se podría decir, que no podrá quejarse de la presunción de inocencia pues sigue ejerciendo la medicina, incluso la deportiva, sin que nadie le ponga el más mínimo pero sin que, por lo que se ve, le falten clientes.
Nadie, como digo, ha violado la presunción de inocencia de la que disfruta. La amistad, además, que le une a Manuel Pascua Piqueras parece inviolable. En 1976, Pascua llevó a Eufemiano a ser campeón universitario vallista, en unos tiempos en los que esta categoría estaba próxima a la élite. Después, su colaboración subió de nivel y se puede rastrear en las páginas de MARCA. En diciembre de 1980, Eufemiano organiza en Las Palmas unas jornadas sobre medicina y deporte. Participa Pascua. En 1982 repiten en los mismos papeles en un seminario sobre medio fondo. En diciembre de ese año la situación ha cambiado: Pascua, como técnico de la RFEA, organiza una concentración en Canarias. Eufemiano es el médico. Presupuesto, seis millones. Esas concentraciones se repetirían durante años, siempre con Eufemiano entre los médicos.
Dos años más tarde Pascua es director técnico de la RFEA y Fuentes, médico. En el mes de marzo los resultados españoles en el Europeo no fueron los esperados. Antes, hubo rumores sobre retiradas de atletas por lo estricto del control antidoping. En 1985, Fuentes declaraba que “a quijotes pocos nos ganan. Nadie se escandaliza porque lanzadores de la URSS y de la RDA no acudan a última hora a competiciones donde se realiza control antidoping porque todavía no han eliminado los efectos de determinadas sustancias ingeridas. Ni tampoco porque en Estados Unidos 67 deportistas seleccionados para los Juegos Olímpicos no compitieran porque antes se les hizo un control y aún presentaban sus organismos síntomas de medicaciones prohibidas".
Fuentes realizaba experimentos con voluntarios para calcular dosis. El CSD le puso coto. Pascua había favorecido los intercambios con Polonia y Checoslovaquia. Dos preparadores polacos participaron en unas jornadas en España. No se comunicó públicamente, dijo MARCA el 13-12-1984.
Los tiempos, poco a poco, fueron cambiando. En 1988 apareció el ‘Caso Cristina Pérez’. Un positivo irregular, según se dijo en instancias federativas, que por lo tanto se ocultó ante la indignación del CSD cuando se enteró. La atleta era entrenada por Pascua. Se acabaría casando con Eufemiano y declarando tiempo después que muchas medallas olímpicas se debían al doctor Fuentes.
En 1985 publicó MARCA que José María Odriozola, presidente de la Comisión de Entrenadores, tuvo un gravísimo enfrentamiento con Eufemiano Fuentes a cuenta de la aceptación por parte de aquel de la presidencia de la Comision Científico-Médica, que se creó cuando Eufemiano llegó a la Federación. Años después, Odriozola llegó a la presidencia de la RFEA y sus puertas se fueron cerrando para Pascua y Eufemiano. Ambos fueron abriéndose otros horizontes. En 1985 uno era médico y otro preparador físico del equipo ciclista Orbea. Luego, seguiría una larga relación de ambos con el ciclismo, que no es cosa de tratar aquí porque se nos haría demasiado largo. La Operación Puerto fue la última vez que el nombre de Fuentes se relacionó con este deporte.
En el siglo XXI, con el mismo José María Odriozola de presidente de la Federación, Manuel Pascua volvió a la misma, a su Comité Técnico en concreto. Marta Domínguez era vicepresidenta. Como las noticias de estos días nos han demostrado, seguía relacionado con Fuentes. Éste, además de su consulta médica, seguía teniendo también relación con el atletismo, con el ciclismo como vemos, y de otros deportes no hablaremos porque no tenemos constancia aunque él declarara en su día que “entre mis clientes no sólo había ciclistas”. Nadie, hasta ahora, le había puesto demasiados problemas para ello.
Así que, por favor, no hablemos de presunciones de inocencia: ya ven cuanto tiempo se lleva respetando.
P.D.1.: Puedo comprender, que no aprobar, que un atleta se dope. Lo que no me entra en la cabeza es que un deportista de élite, con recursos y prestigio, se convierta en distribuidor de sustancias. Puedes hacerte narcotraficante. Ganarás mucho pero vivirás siempre peligrosamente. Nadie puede esperar que encauzando tu vida de esta forma nunca te vayan a pillar ¿será que la avaricia rompe el saco hasta este punto?
P.D.2.: Yo, en su día, me pronuncié contra el abuso en la normativa antidopaje. No contra la misma en sí.
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