jueves, 9 de diciembre de 2010
Manuel Pascua Piqueras, el entrenador de atletismo por antonomasia
CARLOS ARRIBAS
Cuando aún existían la OJE y la Universidad Laboral de Córdoba, en la década de los 60 del siglo pasado, Manuel Pascua Piqueras ya era entrenador de atletismo, el entrenador por antonomasia, un cronómetro a un cuello colgado plantado en una curva de una pista de atletismo. Y ya bien entrado el siglo XXI, a punto de terminar su primera década, aún sigue ahí Manuel Pascua Piquera, influyente en la federación, entrenando a algunos de los mejores atletas españoles, viviendo una segunda edad de oro.
La primera la vivió al comienzo de los años 80, como coordinador científico del equipo que la Federación Española de Atletismo presidida por Juan Manuel de Hoz organizó para poner al atletismo español al día en las técnicas más modernas de preparación científico técnica, inspiradas directamente en el atletismo de la Checoslovaquia de Jarmila Kratochvilova (aún, 27 años después, plusmarquista mundial de los 800 metros) y de Helena Fibingerova (que aún mantiene, desde 1977, la tercera mejor marca de la historia de lanzamiento de peso), quienes llegaron incluso a entrenarse en Madrid y Canarias en 1984 dentro de un plan de intercambio por el que algunos atletas españoles, como José Manuel Abascal o Antonio Sánchez, se entrenaron y compitieron en Checoslovaquia.
Pascua Piqueras reclutó para el equipo a Guillermo Laich, un médico argentino licenciado en Madrid a donde llegó después de trabajar en California con Robert Kerr, el 'mago' de los anabolizantes que llevó al atletismo estadounidense a arrasar en los Juegos de Los Ángeles 84, y como director médico nombró a Eufemiano Fuentes, un joven ginecólogo a punto de licenciarse por el INEF y al que había convertido en 1976 en campeón de España universitario de 400 vallas.
La polémica y las acusaciones veladas -provenientes notablemente del sector federativo encabezado por el actual presidente, José María Odriozola- acompañaron permanentemente a las acciones del equipo, que puso en marcha métodos nunca usados en España, un sistema llamado eufemísticamente preparación biológica y durante el cual se realizaba análisis antidopaje preventivos a los atletas incluidos en el grupo de elite. Cinco de ellos dieron positivo, pero nunca se supo su nombre y la federación, que trató de ocultarlo, nunca los castigó. También trató el presidente de Hoz de ocultar el positivo por un estimulante de Cristina Pérez, la mejor velocista española del momento, esposa de Eufemiano Fuentes y entrenada por Manuel Pascua.
En 2001 otra atleta entrenada por Pascua, la brasileña Fabiane dos Santos, que tuvo una espectacular y muy corta entrada en el firmamento del 800 femenino, dio positivo por un anabolizante.
Según los registros de la federación, en la actualidad Manuel Pascua, que forma parte de la dirección técnica federativa, entrena personalmente a 12 atletas. La caída le llega justo en el otoño en que su figura de entrenador eterno de atletismo está recibiendo mayor reconocimiento. Hace unas semanas recibió un galardón de la Asociación Europea de Atletismo como entrenador de dos campeones continentales, Nuria Fernández y Alemayehu Bezabeh, y es, además, el gran favorito para el premio al mejor entrenador español del año.
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