sábado, 11 de diciembre de 2010

«Me da vergüenza salir a la calle»


FERNANDO MIÑANA | VALENCIA.

Los hay quienes se envalentonan, quienes piden tiempo para ver las consecuencias de la avalancha contra el dopaje en el atletismo y hasta quien no se atreve a dar su punto de vista. Las cabezas visibles del atletismo valenciano reclaman cautela hasta que el tiempo ponga a cada uno en su sitio. Pero el puño de la justicia y su repercusión social ya han impactado en el mentón de un deporte que cruje.
Iván Mocholí es un tipo sencillo que pelea por correr cada día un poco más rápido. La operación Galgo ha dejado apesadumbrado al velocista de Picassent. «Si ya se lió mucho con lo de Paquillo (Fernández), ahora ni te cuento. A mí me da vergüenza salir a la calle porque estamos pringando todos por unos cuantos». Mocholí habla del prestigio del atleta, pisoteado por lo sucedido. «Hace tiempo que la gente pensaba que todos los ciclistas iban dopados, y ahora creo que lo piensan de nosotros. Esto ensucia nuestra imagen, y no es justo: yo me lo curro mucho».
Concha Montaner estaba feliz últimamente después de descubrir que las culpables de todos sus males, de sus dolores en los tendones, eran sus zapatillas. Con el nuevo modelo que le envió Asics ha dejado de sufrir. Pero las noticias le han borrado la sonrisa de la cara. «Estoy mal: no me gusta ver estas cosas. Es muy triste ver a Marta metida en todo esto; la conozco hace mucho y no lo termino de encajar».
La saltadora de L'Eliana está epatada, además, por como están quedando retratados los implicados en la operación Galgo. «Me parece surrealista ver que se les trate como a delincuentes, aunque está claro que pueden haber cometido un delito. El dopaje siempre ha estado ahí, pero son sólo unos pocos los que eligen ese camino. El atletismo es un deporte maravilloso y no todos los atletas de élite somos así. La mayoría curramos y sufrimos mucho. No es justo».
La visión más amplia es la de Rafa Blanquer, quien a sus 65 años ha visto de casi todo en su deporte. Y quizá eso le convierte en el más cauteloso. «Hay que pedir prudencia hasta que se aclare todo. Marta es una chavala sensacional a todos los niveles y esto es algo que no se comprende». El presidente del València Terra i Mar reclama objetividad y que no se condene antes de tiempo a las atletas del Terra i Mar que, como Digna Luz Murillo, han sido llamadas a declarar. «En este deporte cada atleta se entrena en un sitio y mi club no puede controlarlas a todas».
Otro técnico que hace un llamamiento a la calma es Pepe Peiró. «Sólo han pasado 24 horas y ya se han escuchado auténticas barbaridades, como que Nuria Fernández no iba a ir a Portugal. Todo esto pinta muy mal, pero los cargos todavía se tienen que demostrar. Yo quiero que la gente sepa que el 99 por ciento de los atletas van limpios».
José Antonio Redolat no da crédito. «A Marta no le hace falta meterse en una red de dopaje, tiene la vida resuelta. Y Pepillo (Alonso Valero) es mi manager y me cuesta creer que pueda estar implicado».
Y el que está deslumbrado por la dimensión del asunto es el bisoño Eusebio Cáceres. «Soy un novato y a mí todo esto me pilla por sorpresa. Vamos a ver lo que pasa porque no podemos olvidarnos de la presunción de inocencia. Eso sí, cuando se demuestre que han hecho algo, que paguen. Siempre pienso que todo el mundo va limpio como yo y es una lástima que todo esto va a ensuciar nuestro deporte».

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