«¡Tiene la prueba de la amniocentesis!»

E. Ruiz / Colpisa

Espere, por favor. Gracias. Los vecinos que atravesaban por las inmediaciones de la vivienda de Marta Domínguez, un chalé adosado situado en la palentina plaza de los Conquistadores, casi enfrente del domicilio de sus padres, especulaban hasta que apareció muy sorprendida la madre de la campeona, Paquita, que preguntó si todo ese revuelo formado era porque el viernes se entregaban los Premios del Deporte Palentino y su hija era una de las candidatas. Al conocer la realidad, Paquita no salía de su asombro. «¡No entiendo nada. Es más, hoy tenía prevista la amniocentesis de su embarazo, una prueba que requiere de un posterior descanso absoluto. Desde luego, si es lo que ustedes me cuentan, todo este lío no la puede venir bien!».
Al contemplar que Paquita estaba hablando con los medios de comunicación, locales y nacionales, rápidamente su hijo, Agustín, que había cruzado varias veces hasta la residencia de su hermana, evitó que su madre siguiera haciendo comentarios. «Pero por lo que decís, el implicado es su entrenador ¿no?», indicaba Agustín Domínguez.
Con el paso de los minutos, un nuevo miembro de la familia apareció en escena. Se trataba del suegro de Marta, el inspector de Policía Nacional Miguel Ángel Bercianos, quien situó su todoterreno Mercedes en la punta contraria de la plaza donde habita Marta. Con cara de pocos amigos, intercambiaba opiniones con Agustín, alejados de las cámaras y de los micrófonos.
Los viandantes, mientras tanto, seguían haciendo sus conjeturas. Dos mamás, con sus carritos de bebé, fueron las que más tiempo estuvieron frente a la casa de Marta Domínguez. «La vemos muchos días salir a correr y es una persona muy educada y agradable. No creemos que esté involucrada en nada de drogas», aseguraban mientras intentaban salir en alguna de las numerosas cámaras de televisión que había.
Una vez que los periodistas y los miembros de la Guardia Civil abandonaron la residencia familiar de Marta Domínguez, el objetivo de las cámaras se centró en la Comandancia de la Guardia Civil de Palencia, en donde según los primeros indicios Marta estaba prestando declarando, como luego se confirmó.